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Penchuleo (FA) candidato a gobernador: “La Araucanía tiene brechas que gran parte del país no tiene”

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Francisca Castillo
Por : Francisca Castillo Periodista El Mostrador
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“En estos cuatro años lo que se ha estado haciendo es entregar recursos sin sentido, como casi un cajero automático que reparte recursos, que financia iniciativas, pero sin la definición de una estrategia”, acusa el exdirector de la CONADI, Luis Penchuleo.


El periodista Luis Penchuleo es la carta oficialista para disputar el gobierno regional de La Araucanía en las próximas elecciones de octubre. El exdirector nacional de la Conadi enfrentará al actual gobernador, Luciano Rivas, quien está siendo investigado por el Caso Convenios. 

A juicio de Penchuelo, hoy día la región no cuenta con una estrategia de desarrollo y acusa una alta subejecución presupuestaria por parte de la administración de Rivas. “En estos cuatro años lo que se ha estado haciendo es entregar recursos sin sentido, casi como un cajero automático que reparte recursos, que financia iniciativas, pero sin la definición de una estrategia”, afirmó. 

El militante del Frente Amplio también se refirió a las expectativas frente a las soluciones interculturales -entre el Estado y el pueblo mapuche- que puede ofrecer el trabajo de la Comisión para la Paz y el entendimiento en la región. Al respecto, señaló que hoy día existe una oportunidad para “romper ese círculo vicioso de los últimos 30 años”.

Al respecto, señala que es necesario “asumir esta responsabilidad y este acuerdo político como Estado. Y ahí es donde hoy día tiene fuerza e importancia que la comisión esté representada por todo el arco político que tiene representación en el Congreso, desde el Partido Republicano hasta el Partido Comunista. Por lo tanto, el gobierno que venga tiene que hacerse cargo de los acuerdos que allí existen. Es el primer punto importante que tiene esta Comisión y que la distingue de las anteriores”, indicó.

-¿Por qué postular como candidato a gobernador en La Araucanía y cuáles van a ser los ejes de campaña?

-El principal motivo es porque lamentablemente La Araucanía todavía tiene brechas que gran parte del país no tiene. Hemos sido la región más pobre, con los niveles de pobreza multidimensional más grandes del país. Hoy día somos la segunda región más pobre, solamente superada por la región del Ñuble. Por lo tanto, los gobiernos regionales son instrumentos para que -desde la política pública- se puedan atacar directamente las brechas que tiene la región. Un gobierno regional puede contribuir efectivamente al desarrollo integral y mejorar la calidad de vida de los y las habitantes.

Además, es una región muy hermosa, que tiene atributos, que tiene condiciones naturales, y lamentablemente el actual gobierno regional no le ha sacado provecho. No se han puesto en el centro los atributos que tiene la región, como foco de la estrategia de desarrollo regional, que, entre paréntesis, hoy día no existe. En estos cuatro años lo que se ha estado haciendo es entregar recursos sin sentido, como casi un cajero automático que reparte recursos, que financia iniciativas, pero sin la definición de una estrategia. Por lo tanto, tampoco hay una orientación en la inversión de políticas públicas en coordinación con el gobierno central, ni con el sector privado.

Desde el mundo progresista tenemos un programa con el que vamos a ofrecer esas posibilidades a la región, para que pueda mejorar la calidad de vida de los habitantes de La Araucanía.

-¿Cómo calificas la gestión del actual gobernador, Luciano Rivas, quien se postula a la reelección?

-Hay una cuestión básica que es la subejecución del presupuesto del gobierno regional y eso se ha venido repitiendo año tras año. Hoy día tenemos una alta subejecución y eso es no tener responsabilidad en la inversión de los recursos que finalmente van a repercutir directamente sobre la vida de las personas que viven en la región, y particularmente de las personas más necesitadas.

La región de La Araucanía cuenta con los municipios más pobres del país, que tienen brechas estructurales gigantescas de servicios básicos, sanitarios, que hoy día todavía no se han solucionado. Por ejemplo, municipios que apenas les alcanza para poder cubrir el transporte escolar. Y ahí el gobierno regional no se ha puesto la mano en el corazón para apoyar las necesidades de la gente de los sectores rurales.

No se ha preocupado tampoco del comercio local, por ejemplo. Entonces, el tema de la subejecución ya es el primer síntoma de que estamos ante un mal gobierno regional. Y lo otro, es lo que tiene que ver con el tema de planificación, de orientación de las políticas públicas, de la estrategia de desarrollo regional, como decía anteriormente. Eso es lamentable, no solo para el gobierno regional que hoy día está llevando las riendas de la región, sino que para los habitantes que padecen día a día esas brechas estructurales que la región históricamente ha vivido.

-La Araucanía siempre ha sido un bastión de la derecha en el mapa político nacional. De hecho, actualmente el único gobernador de derecha es el de esta región. ¿Cómo lo ves en términos de estrategia para tu despliegue? 

-Es una frase bien cliché que se ha repetido históricamente, pero si nos vamos a los datos duros, en la última elección donde el país eligió a los gobernadores regionales, el mundo progresista en la región de La Araucanía fue mayoría. Y no se llegó a segunda vuelta simplemente por la dispersión de los votos, porque se presentaron muchas candidaturas en el sector progresista. Después, si analizamos la primera elección con voto obligatorio, que fue para el segundo proceso constituyente, todas las listas que representaron al mundo progresista en la región, también fueron mayoría. Y ahí nuevamente el gran factor fue la dispersión de los votos por ir en listas separadas. 

Por lo tanto, sumando todos los votos del mundo progresista en la región, incluido el voto en la papeleta verde en el segundo proceso constituyente, llegamos alrededor de los 200 mil votos. Por lo tanto, ese es el público al que nuestra candidatura representa y aspiramos a conquistar esas voluntades, convencer de que nuestro programa es el mejor para la región y allí está nuestra base. Hoy día tenemos esa oportunidad, que se suma también al hecho de que la derecha va con cuatro candidaturas.

Comisión para la Paz y el Entendimiento como un avance del Estado

-Hablemos sobre las políticas impulsadas por el Estado que se están llevando adelante en la zona, como el Plan Buen Vivir y la Comisión para la Paz y el Entendimiento. Desde tu experiencia como exdirector nacional de la CONADI, ¿cuáles son las expectativas?

-Primero, veamos el tema de la Comisión en un contexto histórico. Desde la vuelta a la democracia han habido muchas comisiones, intentos de diálogo, de buscar una solución política en el conflicto que hay entre Estado y pueblo mapuche. Pero, lamentablemente, todas estas comisiones han carecido de algunas cuestiones que el mismo movimiento mapuche ha demandado. Y eso tiene que ver con que se aborde el problema desde una perspectiva de Estado y desde una perspectiva política. Son atributos que esta Comisión actualmente tiene y que la distingue, además, de comisiones anteriores, ya que tiene un mandato específico de resolver el problema político, pero particularmente en el tema de tierras. De ahí probablemente seguro van a aparecer otras aristas. 

Las comisiones anteriores siempre eran comisiones de gobierno. Se levantaba un documento, un diagnóstico, una propuesta, pero era en el contexto del gobierno de turno. Hoy día tenemos la oportunidad de trascender aquello, romper ese círculo vicioso de 30 años, y asumir esta responsabilidad y este acuerdo político como Estado. Y ahí es donde hoy día tiene fuerza e importancia que la Comisión esté representada por todo el arco político que tiene representación en el Congreso, desde el Partido Republicano hasta el Partido Comunista. Por lo tanto, el gobierno que venga tiene que hacerse cargo de los acuerdos que allí existen. Es el primer punto importante que tiene esta Comisión y que la distingue de las anteriores.

Y lo segundo, es que hace con fuerza un abordaje desde lo político. También es otro elemento que el mismo movimiento ha demandado en los últimos 30 o 40 años. Entonces se van a levantar las propuestas en noviembre y se le van a entregar al Presidente, después viene el proceso de implementación. Pero entremedio tiene que haber un acuerdo político con las comunidades, con los dirigentes, con los territorios.

Allí está la oportunidad que hoy día tiene el pueblo mapuche, de poder tener un acuerdo sustantivo político con el Estado. Y finalmente, visualizar un camino de solución a este conflicto que no será de la noche a la mañana, sino en el mediano plazo. Chile merece resolver este conflicto tan antiguo y probablemente sea el conflicto social político más antiguo que tiene el país, como otros países lo han resuelto. Y esta es la vía correcta para intentar resolverlo. Así que yo tengo mucha esperanza en el trabajo que pueda hacer la Comisión, y en el acuerdo que se pueda llegar con las distintas organizaciones.

-¿Has visto ese diálogo político en curso?

-Sí. Yo he visto a la Comisión para la Paz y el Entendimiento desplegada en el territorio. En las cuatro regiones donde se está desenvolviendo, Bío Bío, La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos. Por lo tanto, hay un trabajo arduo que se ha estado haciendo, donde muchas organizaciones, territorios, también han estado con el interés de poder entrevistarse con los comisionados. Pero también organizando trawün autogestionados en distintos territorios, donde la Comisión también ha estado presente.

-Uno de los temas que durante los últimos años ha estado en debate, ha sido la falta de herramientas que muchas veces han demandado los gobernadores y la superposición de labores con el delegado presidencial. ¿Cómo ves ese debate y qué expectativas tienes respecto a cómo seguir fortaleciendo hoy día el rol de un gobernador?

-No cabe duda que todavía hay que seguir profundizando. Hay que seguir debatiendo. En Chile uno de los grandes temas es la descentralización, y definir claramente los roles y las facultades que tienen los gobiernos regionales, que hoy día también de alguna manera cumplen como jefes de los servicios públicos en la región. Por lo tanto, es un debate que se tiene que seguir dando.

Se puede aportar mucho en aquello, y cada región tiene características particulares, tienen una composición distinta. Por lo tanto, estoy de acuerdo en poder profundizar y dar más facultades a los gobiernos regionales. Porque lo que necesitamos -y la política moderna necesita- es más participación de los territorios y política con pertinencia cultural, con pertinencia territorial. Y romper esta característica tradicional que han tenido los estados, particularmente el Estado chileno, de ser extremadamente centralistas. 

Muchas veces esas políticas públicas se definen en los niveles centrales, por mucho tiempo vivimos con políticas envasadas que se diseñaban en Santiago y que luego se esparcían al conjunto del país. Finalmente, acá se terminaban solo implementando, pero sin tener ese margen de posibilidad de flexibilizar la política pública y acomodarla a la realidad regional. Por lo tanto, discutir la descentralización, y entregar facultades y elementos claros a los gobiernos regionales, sin duda va a contribuir a que tengamos una política pública mucho más eficiente, que se acomode mejor a las necesidades de los territorios y de la gente que vive en la región.

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