El exdirector ejecutivo de Empresas Eléctricas, Rodrigo Castillo, y el decano de la Facultad Ingeniería y Ciencias UAI, Claudio Seebach, abordaron la urgencia de una reforma estructural al sistema de distribución eléctrica en el país, más allá del debate sobre la propiedad de las empresas.
Como consecuencia de la prolongada interrupción en el suministro eléctrico -que ha afectado por más de 13 días a miles de hogares, debido al último sistema frontal que afectó a diferentes regiones del país con fuertes vientos y precipitaciones- el Gobierno inició hace una semana el proceso para revocar la concesión a la empresa Enel, otorgando hasta la fecha tres ultimátums para la reposición de los servicios.
Acción que se suma a las últimas declaraciones del ministro de Energía, Diego Pardow, quien señaló que sería “más seguro para la ciudadanía tener alguna parte de la distribución eléctrica bajo la figura de una empresa estatal”. Lo que gatilló el debate sobre el rol del Estado en materia de distribución eléctrica y los cambios estructurales que requiere la regulación actual para dar garantías a la ciudadanía.
Al respecto, el expresidente ejecutivo de Generadoras de Chile, Claudio Seebach, aseguró que uno de los focos de la discusión debe estar en los cambios a la regulación.
“Esto debe ser con foco en la calidad de servicio, que la gente pueda estar tranquila, en adaptación climática, pero también en incorporar todas las nuevas tecnologías, electromovilidad, generación solar. Entonces, yo creo que hemos estado en varias de estas cosas respondiendo a las preguntas equivocadas”, señaló el decano de la Facultad Ingeniería y Ciencias UAI.
En esa línea, el exdirector ejecutivo de Empresas Eléctricas, Rodrigo Castillo, apuntó la importancia de establecer un diagnóstico claro de la crisis, para luego tomar decisiones.
“Acá ocurrieron tres cosas diferentes. Hubo un daño masivo en las redes. En segundo lugar, hubo una demora excesiva en la recuperación del servicio. Y en tercer lugar, hubo grandes problemas de información asociadas a saber dónde estaban las fallas y luego el poder saber dónde se habían recuperado o no las fallas. Estas tres cosas hay que entender exactamente por qué ocurrieron, porque es la única manera de saber cómo resolverlas para el futuro”, afirmó el abogado.
Respecto a los cambios imperativos en el sistema, Seebach también apuntó a la modernización tecnológica y la capacidad adaptación climática. En ese sentido, afirmó que “es urgente hacer una reforma profunda de la distribución eléctrica”.
“Llevamos desde el año 82 sin reformas profundas y debemos reconocer que esto no es un debate cómodo. Pero si queremos una ciudad que, por un lado, sea más resiliente al cambio climático, con mayor calidad de servicio, más recursos distribuidos, mayor arbolado urbano, eso no es compatible con simplemente pensar que la propiedad es distinta o que esto es una combinación de factores. No, definitivamente tenemos que mirar en el sentido correcto”, dijo el ingeniero.
Por su parte, Castillo agregó que “la evidencia es totalmente unívoca en establecer que la propiedad sobre las empresas no es un buen predictor del desempeño. En cambio, sí lo es el tipo de regulación, sea pública o privada. Hay que entender que incluso en aquellos países donde la propiedad es pública, esas empresas realmente se comportan en todo sentido como empresas privadas y son regidas por la misma regulación que los privados que prestan servicios equivalentes”.
“Sabemos lo que hay que hacer, lo sabemos desde hace más de diez años. Creo que sería una irresponsabilidad gigantesca el que no tomemos esta catástrofe como una oportunidad para hacerlo de una vez por todas”, concluyó.