Lo dice José Gabriel Correa, presidente del Comité de Paltas, el invitado de esta semana a La Mesa de El Mostrador. Es un negocio de US$ 700 millones al año y con una demanda global que explota. Correa aborda la polémica de Petorca y habla sobre los desafíos para enfrentar la crisis climática.
El boom mundial de la palta hace que algunos analistas hablen del “oro verde”. En Chile es un negocio de US$ 700 millones, pero, a diferencia de otros países productores, más del 50% es para consumo interno.
La palta chilena se vende a un valor premium respecto del resto del mercado y eso se debe a las condiciones climáticas donde está el corazón de la industria. Pero el negocio enfrenta desafíos para crecer. El principal es la escasez de agua y el conflicto que eso genera con algunas comunidades, en particular Petorca.
Para hablar de esos desafíos y el futuro de la industria, invitamos a La Mesa de El Mostrador a José Gabriel Correa, presidente del Comité de Paltas de Chile.
En la entrevista, Correa aborda la polémica de Petorca, afirma que el consumo de agua de la industria en el país está en la media del sector agrícola y detalla los esfuerzos de la industria para enfrentar los desafíos de la sequía y la escasez de agua.
También enfatiza el valor premium y la alta demanda de las paltas chilenas en los mercados internacionales, particularmente en Europa. Dice que muchos productores locales han expandido su negocio a Perú, para satisfacer la demanda global, y revela que las zonas de cultivo en Chile se están moviendo hacia el sur, debido a la crisis climática.
Destaca además los pasos proactivos que su industria ha tomado hacia la sostenibilidad, incluyendo la contratación de un experto en este tema y el desarrollo de un plan a largo plazo, en respuesta a un estudio de la Unesco que encontró sus métodos de producción beneficiosos para el medio ambiente.