El economista fue el invitado a La Mesa de esta semana para profundizar sobre las 13 verdades incómodas que son parte de la propuesta para un nuevo pacto de desarrollo que presentó junto a los economistas Raphael Bergoeing, Ignacio Briones, y Andrea Butelmann. Clave es reforma política.
En La Mesa de El Mostrador de esta semana, el economista Óscar Landerretche delineó los principales desafíos y oportunidades que enfrenta Chile para alcanzar un desarrollo económico sostenible y equitativo.
Son parte de la propuesta para un nuevo pacto de desarrollo que presentó la semana pasada ante un grupo de empresarios y presidente de los cinco principales partidos políticos, junto a los economistas Raphael Bergoeing, Ignacio Briones y Andrea Butelmann.
La propuesta, un “nuevo pacto de crecimiento”, combina medidas audaces con un enfoque estratégico e inclusivo. “Para superar el modelo actual, Chile necesita reformas profundas, con foco en el crecimiento económico y el bienestar de los trabajadores”, afirmó Landerretche, quien subrayó la necesidad de enfrentar los problemas estructurales que han afectado al país durante décadas.
El economista cuestiona la falta de ideas innovadoras, tanto en el progresismo como en la derecha, con sus respectivas limitaciones ideológicas. “No hay una bala de plata. Los desafíos de reforma institucional en Chile son varios y complementarios. El estancamiento de la economía viene ya de hace 10 años y han pasado varios gobiernos. “Hay una resistencia cultural e institucional a adoptar cambios radicales que limita el progreso”.
“Ningún país pasa de la fase de desarrollo en que estamos nosotros a la fase superior sin cosas radicales.”
Uno de los aspectos más críticos es el desequilibrio de poder entre el capital y el trabajo. Según Landerretche, “en las últimas décadas, el capital le ha sacado la cresta al trabajo”, lo que ha incrementado la desigualdad. Este desbalance, afirma, debe corregirse mediante reformas que fortalezcan los derechos laborales y promuevan salarios dignos.
En la entrevista, Landerretche, con vínculos fuertes con el socialismo renovado, tuvo palabras duras contra el progresismo actual. “Mi enojo con la política de izquierda actual es que es performática… es que en el fondo es algo que representa cosas, pero no las hace”.
El economista propuso un enfoque que combine medidas radicales con moderación estratégica: “No podemos seguir con esta idea de que tenemos una agenda de crecimiento, pero a los trabajadores los queremos baratos”, destacó, llamando a un cambio profundo en la visión económica del país. Y se enfoca en una reforma al Estado, al sistema político, a la educación y a volver a integrar el sistema tributario.
Finalmente, subrayó la importancia de construir un sentido de propósito colectivo: “Lo que movía a los irlandeses era una vocación nacional de no querer seguir siendo los hermanitos pobres”, ejemplificó, sugiriendo que Chile debe desarrollar un nuevo patriotismo basado en la solidaridad y el progreso.
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