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José De Gregorio: “Este Gobierno iba a cambiar todo, pero terminó volviéndose socialdemócrata”

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Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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El decano de la FEN dice que las promesas de transformación radical suelen moderarse al enfrentar la realidad. El expresidente del Banco Central fue el invitado a La Mesa esta semana. Afirma que la economía no está en crisis, pero advierte que es urgente una reforma política y al Estado.


La economía mundial ha demostrado ser más resiliente de lo que muchas veces se piensa. A pesar de la pandemia y la crisis financiera del 2008 y 2009, la economía global ha encontrado formas de recuperarse, aunque los desafíos estructurales persisten. Es una de las conclusiones del economista José De Gregorio en su visita a La Mesa de El Mostrador.

En la entrevista, el decano de la Facultad de Economía de la Universidad de Chile abordó diversos temas que afectan tanto a Chile como al contexto global, destacando la importancia de instituciones sólidas y buenas políticas económicas para superar las crisis.

Sobre el escenario político, el expresidente del Banco Central dice que al final primó la moderación: “Este Gobierno iba a cambiar todo, pero terminó moviéndose al centro y volviéndose socialdemócrata”. Y agrega que las promesas de transformación radical suelen moderarse al enfrentar la realidad.

Chile: un problema de crecimiento, no de crisis

El economista es claro al diferenciar entre crisis coyunturales y problemas estructurales. “Chile no está en crisis, pero enfrenta un problema estructural de crecimiento”, advierte. La economía nacional no está en una situación crítica, pero su capacidad de crecimiento se ha visto limitada en los últimos años. A esto se suma el crecimiento del endeudamiento y una discusión tributaria estancada en parches sin soluciones sostenibles.

De Gregorio afirma que es urgente una reforma política y al Estado. Señala que el principal riesgo en la actualidad no es económico, sino geopolítico y apunta a Donald Trump.

Aunque los conflictos internacionales generan incertidumbre, considera que sus costos son demasiado altos para que los actores clave busquen escalarlos. En este contexto, el proteccionismo ha resurgido, lo que no ha frenado la globalización, pero sí la ha hecho más costosa e incierta.

La urgencia de una reforma fiscal

El futuro fiscal de Chile no puede depender de medidas temporales, sino de un sistema tributario más amplio y equitativo. Para De Gregorio, una seguridad social bien diseñada podría ampliar la base contributiva sin afectar el crecimiento económico. Sin embargo, la falta de liderazgo político complica la transformación de estos desafíos en oportunidades.

La expansión del Estado y su impacto

Un tema central en sus críticas es el crecimiento del aparato estatal y su burocracia. “Vamos construyendo un Estado más grande que deberíamos acotar”, afirma. Si bien no siempre implica mayor gasto, la proliferación de regulaciones e instituciones genera una burocracia que –según él– a menudo responde más a sus propios intereses que a los ciudadanos.

“Estamos creando organismos que hacen perder poder a la ciudadanía y lo entregamos a una burocracia que no responde a nadie”.

Liderazgos disruptivos y la volatilidad política

El auge de figuras como Javier Milei en Argentina es, para De Gregorio, una respuesta al agotamiento del sistema político tradicional, la corrupción y el colapso del Estado.

Chile no está exento de este fenómeno: “Los gobiernos cambian mucho más de signo porque prometen y no cumplen, y la gente los reemplaza”. Esta volatilidad genera incertidumbre, pero también refleja el deseo de cambios estructurales que los partidos tradicionales no han logrado concretar.

Hacia un debate económico menos ideologizado

Según De Gregorio, la discusión política en Chile ha evolucionado. “Hoy día la discusión será un poquito más de gasto, un poco menos de gasto, qué hacemos con las regiones”, explica. Esto marca un cambio respecto de los últimos años, cuando los debates estaban dominados por propuestas radicales de transformación del modelo económico.

El economista concluye que Chile enfrenta desafíos estructurales que requieren soluciones de largo plazo y liderazgo político. La economía global sigue siendo resiliente, pero los riesgos geopolíticos y el resurgimiento del proteccionismo plantean nuevos obstáculos.

Mientras tanto, en el ámbito local, la necesidad de una reforma fiscal integral, la reducción de la burocracia y un enfoque pragmático en la política económica resultan clave para garantizar un crecimiento sostenible. Como destaca De Gregorio, el futuro de Chile dependerá de cómo se aborden estos desafíos en un contexto de incertidumbre global.

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