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Francisca Jünemann: “Las empresas tienen que medirse en igualdad de oportunidades y no discursos”

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Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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La presidenta ejecutiva de Chile Mujeres fue la invitada a La Mesa de esta semana, para hablar de la equidad de género en las empresas, los avances a nivel de directorio y la irrupción del movimiento antiwoke. Dice que el principal obstáculo para las mujeres sigue siendo el cuidado de familiares.


La conmemoración del 8M sirvió de marco para la publicación del sexto Reporte de Indicadores de Género en las Empresas en Chile, elaborado por la Fundación Chile Mujeres, junto a los ministerios de Hacienda y de Economía.

Y para desglosarlo y entenderlo, invitamos a La Mesa de El Mostrador de esta semana a Francisca Jünemann, presidenta ejecutiva de Chile Mujeres.

La abogada dice que hay avances, pero persisten importantes brechas en cargos ejecutivos y temas salariales.

“Este año ya sentimos que estábamos moviendo la aguja”, reflejando un cambio tangible en la inclusión femenina en el ámbito corporativo, dice Jünemann. Sin embargo, el progreso ha sido dispar, con logros significativos en algunos ámbitos y desafíos persistentes en otros.

Uno de los mayores avances ha sido el aumento de mujeres en los directorios de empresas. “El indicador que más se ha movido es sin duda mujer en directorio”, destaca, señalando un crecimiento hasta del 22,4%.

A pesar de esto, la representación en altos cargos ejecutivos sigue siendo limitada. “Donde más tenemos deuda es en las gerencias de primera línea“, lo que evidencia que aún hay barreras para el acceso a roles de toma de decisiones.

Uno de los principales obstáculos para la inserción laboral femenina sigue siendo el cuidado de familiares, lamenta Jünemann. Actualmente, un 30% de las mujeres está fuera del mercado laboral por razones de cuidado, lo que subraya la importancia de políticas de corresponsabilidad que permitan equilibrar la vida personal y profesional.

Como señala un estudio reciente, el rol de cuidado es de ambos, pero las empresas también deben generar condiciones adecuadas para facilitar esta responsabilidad compartida.

Además, dice que persisten desigualdades salariales. “Dos tercios de las mujeres se sienten discriminadas en su organización por el hecho de ser mujer con un menor salario”, lo que refleja una percepción extendida de inequidad.

Esta brecha es aún más notoria en posiciones de alta calificación, ya que “a mayor nivel de calificación, mayor es la brecha de ingreso”. Esto indica que el techo de cristal sigue siendo una barrera en muchos sectores.

En este contexto, ve como un paso crucial la reforma de Sala Cuna. “La buena noticia es que el Gobierno ya anunció que la principal reforma en la hoja de ruta es Sala Cuna”, aunque aún enfrenta obstáculos como un financiamiento insuficiente: “El problema que tiene el proyecto es que establece un monto muy chiquitito, de aproximadamente 270 mil pesos, y con eso no hay Sala Cuna que tú te puedas pagar”.

El desafío no solo es implementar medidas, sino asegurarse de que tengan un impacto real. “Las empresas van a tener que empezar a medirse en igualdad de oportunidades y no en discursos”, afirma, subrayando la importancia de un compromiso tangible y medible.

Sobre la irrupción del movimiento antiwoke, Jünemann dice que el debate sobre la equidad de género no es una moda, sino una cuestión de justicia y de generar organizaciones justas.

 

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