La construcción de la realidad punto a punto, en un intento por provocar sensaciones y acercar el arte al público, es la propuesta estética de Magaly Mora, licenciada en Bellas Artes y pionera en chile en el arte de tejer objetos de consumo.
A simple vista sus esculturas son tan reales que causan impresión, provocando una suerte de apego irresistible a la obra en el inconsciente cotidiano. Para algunos podría definirse como pop art, pero ni ella lo sabe.
En su obra existe una dualidad entre lo kitsch, ya que utiliza un material cotidiano para recrear una representación visual que tiene que ver con lo doméstico, y el arte popular, por el uso de la lana. Sus trabajos van desde un tarro de jurel tipo salmón hasta una mesa de comedor con cubiertos incluidos, entre otros elementos.
Esta imitación de la realidad a través del tejido en lana se distingue de los típicos soportes académicos como la pintura, la instalación o el grabado.
"Mi obra es un engaño visual"
Una cocina realizada exclusivamente en lana por Magaly Mora.
"Mi obra es chilena porque posee lo popular; su belleza radica en su engaño visual como textura de lana y objeto, el espectador quiere ver lo que está en su cotidianeidad, es decir, el arte patrio. Comienzo con una delicada búsqueda de expresión en una constante disputa entre arte popular y arte conceptual . Este último impone y determina la belleza en el intelecto. Para mi la estética está determinada por nosotros mismos, por la gran mayoría de los chilenos", dice Magaly Mora.
La artista opta por usar la lana y el tejido como una materia capaz de emular la realidad a tal punto que asombra.
En ocasiones sugiere los adornos del 18 de septiembre, en otras la lata de salsa de tomates Campbell’s de Andy Warhol. Colores y formas voluminosas hacen de su obra un estilo particular que bordea los límites de lo pensado en una apuesta diferente, aún siendo simple y hasta común.
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