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Bersuit Vergarabat y la identidad nacional

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Con un extenso recorrido por innumerables países latinoamericanos y estadounidenses, 16 años de trayectoria y más de un millón de discos vendidos, Bersuit Vergarabat lanza su nueva placa musical, La argentinidad al palo. Con una propuesta más madura y algo menos política, la banda intenta explorar el sentimiento popular de su pueblo, con sus conflictos y sus anhelos.


La historia de Bersuit Vergarabat se remonta hacia 1987, cuando Gustavo Cordera, tras un fugaz paso por el Festival de Río en Brasil, regresa a Argentina, deja su trabajo, abandona sus estudios y decide fundar un grupo de música. Fundiendo rock progresivo con sonidos latinos -además de la irónicas y atrevidas letras de Cordera-, la banda logró hacerse de un espacio en la compleja escena musical trasandina.



En 1992 aparece su álbum debut, Y punto, el cual vendió cerca de 20.000 copias. Con el correr del tiempo y una serie de shows multitudinarios que popularizaron sus temas, Bersuit Vergarabat logró posicionarse y dejar altas expectativas para su siguiente propuesta musical, Asquerosa alegría. En este álbum, la banda hacía gala de ese humor ácido y mirada crítica socio-política que caracterizara a su fundador en los orígenes de la agrupación.



En el ’95, Bersuit Vergarabat pasó por serios problemas internos, que hicieron tambalear su continuidad como grupo. En este ambiente de tensión aparece su tercera placa, Don Leopardo, un rotundo fracaso comercial. Tres años más tarde, aparecería su cuarta propuesta musical, denominada Libertinaje. Esta vez, la banda apostaba a ganador con un disco atrevido que criticaba abiertamente la política en Argentina y establecía un discurso coherente que fue premiado por el público.



Este exitoso álbum incluía el polémico tema Sr. Cobranza, el cual fue censurado por el Comité Federal de Radiodifusión (Comfer), por infringir los artículos 5, 14, 16 y 17 de la Ley 22.285, por «atentar contra las instituciones y ser injurioso contra funcionarios y ex funcionarios del gobierno».



En el 2000 lanzaría al mercado su quinto disco, Hijos del culo. Junto con significar la consolidación definitiva de la banda, también marcaba el inicio de su proceso de internacionalización. En adelante, giras por todo Latinoamérica y por el sur de Estados Unidos aparecían como las muestras más claras de esta creciente necesidad por escuchar a estos muchachos de Bersuit Vergarabat.



Desvinculándose sin desvincularse



La argentinidad al palo es la más reciente propuesta de la banda argentina, donde se alejan de ese discurso político potente -aunque tan sólo en la superficie-, tan característico de otras placas, optando esta vez por una visión más cercana a su gente, a modo de representación popular. Si bien por momentos se percibe cierto recargo, algunos clichés y uno que otro vaivén musical, La argentinidad al palo aparece ciertamente como un álbum para deleitarse, entretenerse y disfrutar.



"Alfonsín con ‘la casa está en orden’. ‘El que apuesta al dólar pierde’, dijo el Ministro. También Menem y su primer inmundo. Cavallo y sus lágrimas de cocodrilo. Cinco presidentes en una semana. Encontraron al muñeco de Yabrán con un tiro en la cabeza.
De La Rúa con su tímida boludez… Pero… ¿qué me vienen a coger a mí con la pija muerta? ¡Yo la tengo mucho mas grande que vos! A los boludos como vos me los cojo de parado", señala con cierto dejo de rabia e ironía, el tema homónimo del disco, La argentinidad al palo.



Es un hecho que se mantiene algo de esa mirada crítica e incisiva que significara la base de sus anteriores trabajos. Sin embargo, esta vez Bersuit Vergarabat aparece en un tono más maduro, mejor compenetrado entre temáticas y musicalización y con un leve toque de banda consolidada que juega con el entorno y se divierte representando y reflejando realidades.

Como una forma de mostrar lo que es ser argentino, incluyendo aquel sentimiento de desgano ante sus gobernantes y sus oscuras manipulaciones de poder, Bersuit Vergarabat y su disco La argentinidad al palo se intenta desplazar por terrenos sensibles, donde la identidad de un pueblo, sus necesidades y sus conflictos son trasformados en expresiones artísticas.



Con un humor ácido, letras irónicas y un sinfín de fundidos de sonidos populares, la singular banda argentina parece tener mucho que decir y transmitir. Y más aún, mientras Argentina siga gobernado por la misma casta, tendremos Bersuit Vergarabat para rato.


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