Así lo anunció diario limeño, basándose en las declaracioes de un miembro de los Comités de Autodefensa (CAD) que combatieron a ese grupo.
Una facción de la banda armada Sendero Luminoso está recomponiendo sus filas en el Valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), en la zona sur andina y amazónica del Perú, informó el diario limeño El Comercio.
«Los terroristas están entrando a los pueblos más alejados. Nosotros le pasamos la voz al Ejército, pero no nos hacen caso y pocos quieren subir al monte a patrullar porque los ‘tucos’ (terroristas) tienen armas modernas», declaró un miembro de los Comités de Autodefensa (CAD) que combatieron a ese grupo.
Al parecer, las incursiones de los remanentes de Sendero Luminoso en el VRAE, un valle con extensos cultivos de hoja de coca, «se han intensificado desde fines de noviembre».
«Han cambiado su discurso. Ahora dicen que no tienen nada que ver con Abimael-(Guzmán), fundador del grupo- ni con «Feliciano»,último líder histórico de Sendero en libertad. Los primeros días de diciembre llegaron a Santa Teresa (distrito de Llochegua) cansados, vestidos como pordioseros y dijeron que querían que la gente los apoyara en su lucha», relató el miembro de los CAD.
La presencia de la facción de Sendero Luminoso ha sido confirmada por miembros de otros comités de autodefensa, así como por la policía en la zona, que considera que su presencia es habitual en la zona porque ahora «forman el brazo armado del narcotráfico».
«Además de brindar protección al ingreso de los insumos químicos a la zona de producción de la droga en el VRAE, vigilan el traslado de la droga para elaborar el clorhidrato de cocaína hacia Huancayo, Cerro de Pasco y Áncash a través de caminos de herradura. Asimismo, proveen de hoja de coca al narcotráfico para elaborar pasta básica de cocaína (PBC) y PBC lavada», reseñó el diario.
El medio señaló además que tuvo acceso a un documento denominado «Programa revolucionario general del Perú», en el que los remanentes de Sendero Luminoso establecen 21 puntos de acción para llevar a cabo su «guerra popular prolongada».
Según el sociólogo Jaime Antezana, se trata de una facción de Sendero Luminoso en recomposición, que mantiene una alianza con el narcotráfico.
El general retirado Eduardo Fournier, quien condujo la captura de «Feliciano»en 1999, remarcó que estos remanentes ya tienen «nuevos mandos» y no dependen de Abimael Guzmán.
«Además, los que ahora operan en el VRAE ya no piensan que pueden llegar al poder político, pero sí creen que pueden fortalecerse en el valle y van a luchar por eso hasta la muerte», señaló Fournier.
Sendero Luminoso fue derrotado militar y políticamente en 1992, cuando fueron capturados Guzmán y sus principales lugartenientes, aunque en la actualidad un grupo de unos 200 seguidores de la banda armada mantiene constante actividad en el VRAE y zonas andinas y amazónicas del centro y sur peruano.
El ministro peruano de Defensa, Ántero Flores-Aráoz, afirmó el pasado viernes que el gobierno peruano debe «acabar» con esos remanentes del terrorismo.
«Creo que todos los peruanos hemos bajado en algo la guardia y cuando uno baja la guardia puede estar sujeto a sorpresas, por eso en estas fiestas de fin de año ya se dio la orden en ser sumamente eficientes en lo que es guardar el orden», declaró.
Durante este año, ese grupo ha protagonizado varios ataques contra patrullas de las fuerzas de seguridad, aunque también han sido diezmados en operaciones que concluyeron con la muerte de su líder militar y la captura de uno de sus principales ideólogos.
EFE