Ecuador expulsó al primer secretario de la embajada de EE.UU. en Quito, Max Sullivan, el segundo funcionario estadounidense conminado a abandonar ese país, lo que, según el Gobierno de Rafael Correa, es un requerimiento de Quito para que «los elementos de la cooperación internacional sean transparentes».
El gobierno ecuatoriano expulsó a otro diplomático estadounidense a quien acusó de inmiscuirse en los asuntos internos de la policía, en lo que fue calificado por Washington como una decisión «muy lamentable».
El primer secretario de la embajada de Estados Unidos en Quito, Max Sullivan, es el segundo diplomático de ese país expulsado por Ecuador en menos de un mes.
A comienzos de febrero Armando Astorga, agregado de la sede diplomática, debió abandonar el país luego de que el presidente Rafael Correa lo acusara de haber intentado condicionar la ayuda económica destinada a un proyecto asistencial.
A Sullivan se le acusa de «una inaceptable intromisión en los asuntos internos de Ecuador, concretamente con su posición, cuestionamientos y condicionamientos que ha hecho a la Policía Nacional», en palabras del ministro de Relaciones Exteriores, Fander Falconí.
El canciller aseguró que Sullivan pidió a miembros de la Unidad de Investigaciones Especiales (UIES) que le entregaran unos archivos con información de seguridad nacional.
«Es muy lamentable, mal pensado. Estamos evaluando nuestra relación con Ecuador y nuestra cooperación, y estamos tratando de buscar una explicación por una acción injusta y poco amable», dijo el secretario estadounidense de Estado para Latinoamérica, Thomas Shannon.
Según la corresponsal de la BBC en la región, Candace Piette, lo que el presidente Correa consideró inaceptable fue una carta escrita por el primer diplomático estadounidense expulsado la semana pasada, Armando Astorga.
En ella, dice la corresponsal, Astorga al parecer se quejó que la policía no había consultado a la embajada sobre los nuevos nombramientos hechos dentro de una unidad especial.
La unidad, que entre otras cosas combate el narcotráfico, fue creada con ayuda de Estados Unidos. Según el ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, la interferencia en los asuntos del país es inaceptable y que la ayuda no puede darse con condiciones.