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Irán enfrenta condena internacional por violenta represión a opositores

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Amnistía Internacional, la Unión Europea y los gobiernos de Gran Bretaña, Alemania y Estados Unidos se cuentan entre los que han rechazado cómo las autoridades han enfrentado las manifestaciones en su contra. También instaron al gobierno de Teherán a respetar los derechos humanos y la libertad de expresión.


El régimen iraní recrudeció el  lunes  su ofensiva contra la oposición, con el arresto de al menos siete activistas apenas 24 horas después de que estallaran en el país las peores y más cruentas protestas de los últimos seis meses.

Según diversos sitios de web opositores, las Fuerzas de Seguridad detuvieron este lunes a dos colaboradores cercanos del ex presidente del país, el reformista Mohamad Jatamí, y a tres asesores del líder del movimiento de oposición verde y ex candidato presidencial, Mir Husein Musaví.

La página «Jahannwes» explicó que agentes de Seguridad arrestaron a Morteza Haji, ex ministro y director general de la Fundación pro reformista «Baran» en su oficina, y a su adjunto Hasan Rasulí, en su casa, ambos cercanos a Jatamí.

Asimismo, fueron detenidos Ghorban Behzadian Nayad y Mohamad Bagherian, miembros de la plataforma electoral del ex primer ministro Musaví, explicó por su parte la televisión estatal por satélite PressTV.

La página web «Fararu» informó del arresto del activista opositor Emad e-Din Baghi, ganador de varios premios internacionales por su lucha en favor de las libertades mientras que el sitio opositor «Parlemannews» dio la noticia de la detención de Ali Reza Bahesti Shirazi, asesor de Musaví.

Según la fuente, Baghi, historiador y periodista conocido por su defensa de los derechos humanos y por ser el fundador del Comité de defensa de los presos, fue arrestado en su domicilio.

Horas antes, el sitio internet «Jaras», gestionado igualmente por la oposición, había informado de que la Policía iraní detuvo esta madrugada al ex ministro iraní de Asuntos Exteriores y relevante figura de la oposición, Ibrahim Yazdi.

Ninguna de las informaciones han podido ser corroboradas por otros medios, ya que el gobierno iraní ha prohibido a la prensa internacional trabajar en la calle y cubrir las manifestaciones de la oposición.

De acuerdo con la web, las fuerzas de seguridad se personaron a las 3:00 de la mañana hora local (23:30 GMT) en el domicilio de Yazdi en Teherán, poco después de haber arrestado también a su sobrino.

El ex ministro, líder del proscrito Movimiento Libre, fue uno de los principales actores de la revolución que en 1979 desalojó del poder al último Sha de Persia, Mohamad Reza Pahlevi.

Jefe de la diplomacia iraní en el primer gobierno posterior al alzamiento, se desligó del poder cuando los clérigos comenzaron a apropiarse de los principales puestos de responsabilidad política en el país.

Durante las pasadas elecciones, Yazdi expresó su apoyó al movimiento de oposición verde de Musaví, y se mostró favorable a un cambio en el actual régimen.

Ya fue detenido durante las protestas que estallaron tras conocerse la polémica victoria electoral del presidente, Mahmud Ahmadineyad, que la oposición pro reformista considera «fraudulenta».

Desde entonces, los opositores han aprovechado toda efeméride o celebración para renovar sus protestas contra el Gobierno, pero también contra la actuación del régimen.

El domingo, miles de personas volvieron a salir a las calles en una jornada sangrienta en la que murieron al menos ocho personas, según cifras facilitadas por el Consejo Superior de Seguridad Nacional a la televisión estatal.

Las muertes han ahondado la crisis política y social que Irán atraviesa desde los controvertidos comicios y han colocado al régimen ante una compleja encrucijada.

Además, han ampliado un poco más la brecha que parece dividir a la clase política y al estamento religioso, a parte de incrementar el descontento popular.

A parte de Teherán, el domingo se produjeron protestas en otras grandes ciudades del territorio nacional como Shiraz e Isfahan, en el sur y centro respectivamente del país.

Fuentes diplomáticas coincidían en que las protestas del domingo son «las más graves en los últimos seis meses» y que las consecuencias de la violenta represión en un día religioso tan señalado «probablemente aparezcan en un futuro cercano».

En la misma dirección se expresó este lunes el clérigo opositor Mehdi Karrubi, uno de los candidatos derrotados en junio que ha denunciado fraude.

En un comunicado divulgado por la web «Jahannews», el anciano hayatoleslam, que fue en dos ocasiones presidente del Parlamento iraní, se preguntó «qué le ha pasado a un sistema religioso para matar a gente durante la jornada santa de Ashura».

Condena internacional

Los sangrientos hechos de violencia despertaron de inmediato una enérgica condena internacional.  Es así como Amnistía Internacional (AI) condenó  la muerte de «entre 8 y 15» personas durante la fiesta sagrada de «Ashura», y exigió a las autoridades que eviten «más derramamientos de sangre».

En un comunicado emitido desde su sede en Londres, la organización pro derechos humanos instó al Ejecutivo de Teherán a «garantizar el derecho a reunirse de forma pacífica y expresar su oposición al Gobierno actual de quienes asistan a los funerales y las conmemoraciones en los próximos días y semanas».

El gobierno británico, a través de su ministro de Asuntos Exteriores,David Miliband, rechazó  la «trágica muerte de manifestantes» y afirmó que los fallecimientos constituyen «otro recordatorio de cómo el régimen iraní afronta las protestas».

«Pido al Gobierno iraní que respete los derechos humanos de sus propios ciudadanos, unos derechos que Irán ha prometido respetar», subraya el jefe de la diplomacia británica.

Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, calificó de «inaceptable» el violento proceder de las fuerzas de seguridad  y apremió al gobierno  iraní a respetar los derechos civiles de la población.

«Insto a Irán a que cumpla con su deber internacionales de respeto de los derechos cívicos y políticos, en especial a la libertad de expresión, y a que no restrinja el derecho a la manifestación pacífica ni la reprima con violencia», indicó Merkel en un comunicado remitido por la Cancillería.

En tanto, la presidencia de turno de la Unión Europea, que ostenta Suecia este semestre, exprtsó que está «especialmente preocupada» por los ocho fallecidos y las «detenciones arbitrarias y represiones violentas» registradas según sus informes.

«Esencialmente, los manifestantes intentaban ejercitar su libertad de expresión y el derecho a manifestarse y reunirse de forma pacífica» durante las protestas», señaló, al tiempo que llamó a que se respeten los derechos humanos recogidos en la Convención Internacional de Derechos Políticos y Civiles.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama también rechazó la «represión injusta y violenta» de los ciudadanos iraníes que se han manifestado en apoyo del movimiento reformista.

Obama abordó el tema desde Hawai, donde pasa sus vacaciones navideñas con su familia, oportunidad en la que manifestó que «durante meses, el pueblo iraní no ha buscado otra cosa que ejercer sus derechos universales. Cada vez que lo hace, debe enfrentarse con el duro golpe de la brutalidad, incluso en unas fechas sagradas».

«Cada vez que esto ocurre, el mundo mira con admiración el coraje y la convicción del pueblo iraní», que aspira a «la Justicia y a una vida mejor», añadió.

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