Más de dos docenas de países y organismos internacionales tienen previsto analizar la situación humanitaria que se vive en ese país, 12 días después del sismo que asoló el país y incrementar su coordinación para solucionar los problemas surgidos.
La comunidad internacional empieza a trazar hoy en Montreal un plan de emergencia para aliviar la situación de Haití y a establecer los parámetros para un compromiso a largo plazo que permita la reconstrucción del país.
Más de dos docenas de países y organismos internacionales tienen previsto analizar en la ciudad canadiense desde primeras horas de la mañana la situación humanitaria que se vive en Haití 12 días después del sismo que asoló el país y incrementar su coordinación para solucionar los problemas surgidos.
Igualmente, los responsables de Asuntos Exteriores del Grupo de Países Amigos de Haití junto con los de la República Dominicana, Japón, España y la Unión Europea (UE), establecerán un acuerdo básico sobre la visión estratégica a largo plazo necesaria para la reconstrucción del país.
La definición de esa visión estratégica, que podría ser similar al Plan Marshall que reconstruyó Europa tras la Segunda Guerra Mundial, será determinada en una futura cumbre de líderes y cuya fecha y lugar se anunciará al final de la conferencia de Montreal.
Las delegaciones oficiales, que incluyen organismos como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, también tienen previsto oír a las organizaciones gubernamentales que están trabajando en Haití.
Karen Palmer, portavoz de Oxfam Canadá, que cuenta con unas 200 personas trabajando en Haití, señaló a Efe que su grupo planteará que la conferencia de Montreal apruebe la cancelación de la deuda haitiana, apoyo específico a mujeres y campesinos y que los planes de desarrollo sean para todo el país y no áreas específicas.
Palmer también dijo que a corto plazo una de las mayores preocupaciones de Oxfam es el deterioro de la seguridad y los problemas en los campos de refugiados.
En concreto dijo que empiezan a existir reportes de violaciones en los campamentos y que ese aspecto tiene que ser especialmente considerado especialmente después de que las autoridades haitianas anunciasen planes para asentar unas 500.000 personas en tiendas de campaña.