Martín Redrado dijo que tomó la decisión para «distender» la crisis y «cambiar de tema», al señalar que los argentinos «están cansados» de esta situación. El gobierno, sin embargo, adelantó que no aceptará la dimisión y que esperará «para hacer lo que deba» hasta el martes, cuando una comisión bicameral aconseje a la mandataria sobre la suerte del economista, en el ojo del huracán tras negarse a habilitar el uso de reservas para pagar deudas soberanas.
Después de resistir tres semanas los embates del Gobierno argentino por negarse a habilitar el uso de reservas para pagar deudas soberanas, Martín Redrado renunció el viernes último a la presidencia del Banco Central, antes de que una comisión parlamentaria elevara un dictamen sobre su remoción.
El gobierno, sin embargo, adelantó que no aceptará la dimisión y afirmó que esperará «para hacer lo que deba» hasta el martes próximo, cuando la comisión bicameral aconseje a la presidenta argentina, Cristina Fernández, sobre la suerte que debe correr el economista.
En una sorpresiva rueda de prensa, Redrado anunció su renuncia a la presidencia de la entidad monetaria al admitir que su ciclo «estaba concluido» después de más de cinco años en el cargo.
Sonriente en todo momento, el economista, cuyo mandato de seis años vencía en septiembre próximo, disparó duras críticas contra el Gobierno al acusarlo de «avasallar permanente las instituciones».
«Hemos llegado a esta situación de tensión por el permanente avasallamiento de las instituciones que hace el Gobierno», consideró.
«El Ejecutivo ha pretendido avasallar al Parlamento y a la independencia del Banco Central llevándose puestas las reservas, que son del pueblo, y yo he puesto límites técnico-profesionales», apuntó.
Dijo que ésta no fue la primera vez que se opuso a las intenciones oficiales y, en ese sentido, precisó que el Gobierno intentó «utilizar reservas internacionales para comprar (la petrolera hispano-argentina) Repsol YPF, pagar al Club de París o colocar títulos compulsivos al sistema financiero».
Redrado afirmó que presentó su renuncia para «distender» la crisis y «cambiar de tema», al señalar que los argentinos «están cansados» de esta situación.
Al mismo tiempo que el economista explicaba su decisión a los periodistas en un hotel de Buenos Aires, el jefe del Gabinete, Aníbal Fernández, anticipó que el Gobierno «no aceptará» la renuncia y esperará hasta que la comisión parlamentaria se expida el martes.
«Para nosotros la renuncia no existe. Debería haberla presentado antes y no después de haber sometido a los argentinos a este sainete, a este mamarracho», indicó el jefe de los ministros en declaraciones al canal de noticias C5N.
«Ya están todos los mecanismos (institucionales) funcionando y esperaremos hasta el martes. Ese día la presidenta, con el consejo de la comisión bicameral, tomará la decisión que tenga que tomar», añadió.
El senador Ernesto Sanz, titular de la Unión Cívica Radical, el principal partido de la oposición, consideró «una chiquilinada» que el Gobierno se niegue a aceptar la dimisión de Redrado.
«El Ejecutivo debe aceptar la renuncia, dar vuelta la página y dejar de lado su intención de ser quien eche a Redrado. Y el Congreso tiene que dedicarse a resolver la cuestión de fondo, que es la utilización de las reservas», enfatizó en declaraciones al mismo canal de televisión.
Cristina Fernández destituyó a Redrado el pasado 7 de enero por decreto, sin previa consulta a la comisión parlamentaria, un requisito contenido en la Carta Orgánica del Banco Central, lo que desató un serio conflicto institucional, con derivaciones judiciales.
La mandataria cesó a Redrado tras la negativa del funcionario a habilitar el uso de 6.569 millones de dólares provenientes de reservas monetarias para la constitución del denominado Fondo del Bicentenario, destinado al pago de deudas soberanas y creado por decreto presidencial a mediados de diciembre pasado.
Ante la escalada de la crisis, la semana pasada Fernández resolvió finalmente pedir el consejo no vinculante sobre la destitución a una comisión integrada por el diputado oficialista Gustavo Marconato, por su colega Alfonso Prat Gay, de la opositora Coalición Cívica, y por el titular del Senado y vicepresidente argentino, Julio Cobos, enemistado con el Gobierno desde 2008.
La comisión parlamentaria escuchó en estos últimos días las posiciones en este asunto del ministro de Economía, Amado Boudou; del hasta este miércoles procurador del Tesoro, Osvaldo Guglielmino; del presidente provisional del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, y del propio Redrado, y prometió para el martes su dictamen.
Independientemente de la resolución que adopte la comisión, las cámaras del Legislativo deberán debatir, cuando el Parlamento concluya su receso veraniego, sobre la validez del decreto de creación del polémico fondo y de la destitución de Redrado.
Ambas disposiciones fueron suspendidas por la Justicia tras dictaminar que es potestad del Parlamento tratar cuestiones relativas al Banco Central y al pago de deudas soberanas, como aduce la oposición al Gobierno.