Las autoridades condenaron el ataque e instaron a la Alianza Atlántica a coordinar sus acciones y a ejercer el «máximo cuidado» antes de llevar a cabo cualquier operación.
El Gobierno de Afganistán cifró hoy en 33 el número de civiles muertos en el ataque aéreo lanzado anoche por tropas de la OTAN en el sur del país, en una acción que calificó de «injustificable».
En un comunicado de la presidencia afgana, el Gobierno condenó el ataque «en los términos más enérgicos posibles» e instó a la Alianza Atlántica a coordinar sus acciones y a ejercer el «máximo cuidado» antes de llevar a cabo cualquier operación.
La coordinación y cautela en las ofensivas son necesarias que «cualquier posible error que pueda resultar en daños a civiles, considerado un obstáculo mayor para un esfuerzo efectivo contra el terrorismo, pueda ser evitar», añade el Ejecutivo.
De acuerdo con las cifras del Gobierno, al menos 33 civiles, entre ellos cuatro mujeres y un niño, murieron y 12 personas más resultaron heridas después de que la OTAN dispara contra un convoy de tres vehículos que circulaba por el distrito de Kajran, en la provincia de Daykundi.
Los vehículos se dirigían a la provincia de Kandahar cuando fueron atacados por las fuerzas de la OTAN, se indica en la nota.
Previamente, el portavoz del Ministerio del Interior, Zemarai Bashary, situó el ataque entre los distritos de Chora, perteneciente a la provincia meridional de Uruzgan y Kajran, en Daykundi.
Según Bashary, las tropas confundieron a los ocupantes de los automóviles con miembros de la insurgencia talibán.
La OTAN reconoció hoy que «un número de individuos» murieron y resultaron heridos durante una ofensiva aérea registrada ayer en Uruzgan, según un comunicado.
El mando de la Alianza Atlántica explicó que las tropas localizaron a un grupo de presuntos insurgentes cuando supuestamente se encontraban «en ruta» para lanzar un ataque contra una patrulla militar, por lo que dispararon contra ellos con armas aéreas.
El comandante de las tropas de la Alianza Atlántica en Afganistán, el general estadounidense Stanley McChrystal, ha lamentado la muerte de los civiles.