Pero al mismo tiempo aumentó la de 2012 por un esperado repunte impulsado por la reconstrucción.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) revisó hoy a la baja su previsión de crecimiento económico de Japón para este año a causa de los efectos del terremoto del 11 de marzo, pero al mismo tiempo aumentó la de 2012 por un esperado repunte impulsado por la reconstrucción.
En un informe dedicado a la economía japonesa, la OCDE situó en el 0,8 % el incremento del Producto Interior Bruto (PIB) en 2010, en lugar del 1,7 % que auguraba en su última predicción que había publicado el pasado mes de noviembre.
El PIB japonés en 2012 debería aumentar un 2,3 % y no el 1,3 % que había estimado en noviembre, según el informe.
«La experiencia de desastres pasados en Japón y en otros países desarrollados sugiere que el impacto negativo a corto plazo en la perspectiva económica será seguido por un repunte conforme la reconstrucción avance», explicaron los autores del documento.
Los daños sobre las infraestructuras de producción, los apagones de corriente eléctrica y la interrupción de las cadenas de aprovisionamiento van a «reducir significativamente» el PIB en este segundo trimestre (en torno al 2,5 % en evolución interanual).
No obstante, esa caída será «relativamente suave» si se compara con la del 20 % que se constató en el trimestre que siguió a la quiebra de Lehman Brothers en 2008.
En el tercer trimestre de 2011 se espera una rápida recuperación de la mano de la reconstrucción que se fraguará gracias a la inversión pública -que aportará a esas labores un 1,1 % del PIB a finales de 2012-, la inversión privada para sustituir el equipamiento dañado por el seísmo y la rehabilitación de viviendas destruidas por el desastre del mes pasado.
La parte menos favorable de la evolución será el consumo privado durante todo este año, debido a una débil confianza de los particulares, a lo que se añaden las directrices de las compañías eléctricas para limitar el gasto y ahorrar energía, lo que se ha traducido en un recorte de los horarios de algunos comercios.
En 2012, sin embargo, se espera un reforzamiento del consumo.
En el terreno exterior, hay una serie de factores positivos, en particular el incremento del comercio con los otros países asiáticos, que reciben el 56 % de las exportaciones japonesas.
Desde el interior, serán igualmente positivos el impacto del paquete de estímulo fiscal que había puesto en marcha el Gobierno nipón en el otoño de 2010 y que supondrá un acicate para la economía durante la primera mitad de 2011.
Además, el mercado laboral ha mejorado de forma marcada desde comienzos de año, como lo han demostrado los datos del mes de febrero.
La OCDE, que el pasado día 5 decidió renunciar a ofrecer cifras de perspectivas sobre Japón cuando las dio del resto de los países del G7 por lo prematuro para evaluar el efecto del terremoto y del tsunami del 11 de marzo, reconoció hoy que persiste «una gran incertidumbre».
A comienzos de mes únicamente se atrevió a pronosticar que el PIB japonés podría verse recortado entre 0,2 y 0,6 puntos el primer trimestre, y entre 0,5 y 1,4 puntos en el segundo, pero sin decir en cuánto quedaría en el conjunto de 2011.
Hoy, los autores del informe recordaron que las autoridades niponas, en un cálculo preliminar, han aventurado que el daño para las infraestructuras públicas, las empresas y la vivienda se situará en una horquilla de entre el 3,3 % y el 5,2 % del PIB.
También señaló que sus predicciones están condicionadas a que los tipos de interés se mantengan entre el 0 % y el 0,1 % durante 2012, que el tipo de cambio se mantenga al nivel del 18 de marzo (80,95 yenes por dólar), que el precio del crudo se sitúe en 110 dólares desde el segundo trimestre y que las materias primas sigan en torno a las cotizaciones del mes de febrero.