La misiva, publicada este viernes por varios medios estadounidenses, fue admitida esta semana como prueba por un tribunal del estado de Delaware que estudia una demanda presentada contra HP por uno de sus accionistas que exige que la empresa publique toda la información relativa a la marcha de Hurd.Los abogados del actual presidente de Oracle habían tratado hasta ahora de impedir que se hiciera pública la carta que propició la marcha de Hurd de HP y en la que se denuncia que el directivo intentó aprovecharse de su posición para lograr favores sexuales de Jodie Fisher, a quien contrató en 2007 para organizar eventos corporativos de la empresa informática.
Mark Hurd, ex presidente y consejero delegado de Hewlett-Packard (HP), besó y tocó de manera inapropiada a una organizadora de eventos de la empresa mientras la persuadía para mantener relaciones sexuales, según se desprende de la carta que le envió en 2010 la abogada de la mujer y que provocó su dimisión.
La misiva, publicada este viernes por varios medios estadounidenses, fue admitida esta semana como prueba por un tribunal del estado de Delaware que estudia una demanda presentada contra HP por uno de sus accionistas que exige que la empresa publique toda la información relativa a la marcha de Hurd.
Los abogados del actual presidente de Oracle habían tratado hasta ahora de impedir que se hiciera pública la carta que propició la marcha de Hurd de HP y en la que se denuncia que el directivo intentó aprovecharse de su posición para lograr favores sexuales de Jodie Fisher, a quien contrató en 2007 para organizar eventos corporativos de la empresa informática.
El texto fue redactado por la abogada de Fisher, Gloria Allred, y en él se indica que durante varios encuentros -uno de ellos en Madrid- entre 2007 y 2009, Hurd ofreció en repetidas ocasiones a la mujer ser su amante y la intentó agasajar con cenas en restaurantes de lujo y regalos a pesar de ser estar casado y tener dos hijos.
Allred relata en la carta, por ejemplo, cómo Hurd se sentó en una ocasión «directamente junto a Fisher», la rodeó con los brazos y le tocó los pechos en dos ocasiones.
«Usted a veces se comportó de forma profesional, entendiendo que ella no iba a mantener relaciones sexuales con usted. Otras veces, no, y no cejó en su empeño por convencerla», afirma la abogada.
Fisher, según la misiva, siempre se negó a aceptar las invitaciones de su jefe para subir a su habitación y respondió con frialdad cuando el entonces presidente y director ejecutivo de HP trató de besarla o incluso le rozó un pecho.
La carta asegura que el acoso terminó una noche de octubre de 2009, cuando Hurd agarró a la mujer para intentar besarla de nuevo y ella salió del cuarto.
Allred señala que el ejecutivo se mostró luego visiblemente «enfadado», mientras Fisher supo entonces que jamás volvería a trabajar para la firma porque todos los ademanes de Hurd «fueron no bienvenidos, inapropiados y jamás tuvieron respuesta».
«Ésa fue la última vez que tuvo contacto con usted», precisa en el documento la letrada de la mujer, que por aquel entonces reclamaba una cantidad indeterminada de dinero para reparar el «daño emocional» del acoso sexual.
Hurd dimitió de su puesto al frente de HP en 2010 debido a ese asunto y poco después logró un arreglo extrajudicial con Fisher que detuvo el caso de acoso sexual.
La compañía concluyó, tras investigar los hechos, que Hurd no violó las políticas de la empresa sobre acoso sexual, pero sí otras de conducta empresarial, al someter informes de gastos imprecisos para ocultar «una estrecha relación personal» con la mujer.
HP demandó poco después a Hurd por incumplir un acuerdo de confidencialidad cuando éste fichó a los dos meses de su dimisión por la firma rival Oracle, una disputa que se resolvió al renunciar el ejecutivo a sus opciones sobre más de 340.000 acciones de su anterior empresa.