Inés Alberdi (ex directora del Fondo de Naciones Unidas para la Mujer) sostiene que “hay una consecuencia muy positiva del informe de la RAE y es que ha levantado un debate sobre una cuestión de la que normalmente muchísima gente no se da cuenta: cómo hablamos y cómo con el lenguaje transmitimos ideología, ideas políticas e ideas de la relación entre hombres y mujeres”.
El diario español El País organizó una mesa redonda en donde se discutió la lucha dialéctica sobre sexo y lengua, en la cual participaron seis expertos que debatieron sobre un artículo de Ignacio Bosque en donde critica el lenguaje usado en manuales antisexistas.
Pedro Álvarez de Miranda (académico de la Lengua), Inés Alberdi (ex directora del Fondo de Naciones Unidas para la Mujer), Eva Antón (filóloga y coautora de la Guía para un uso del lenguaje no sexista editada por Comisiones Obreras), el escritor mexicano Jorge Volpi, César Antonio Molina (poeta, ex ministro de Cultura y ex director del Instituto Cervantes) y el narrador y director de cine Manuel Gutiérrez Aragón (como moderador) participaron en la mesa redonda que bajo el título Pasión por la lengua organizó el viernes el diario español.
Inés Alberdi sostiene que “hay una consecuencia muy positiva del informe de la RAE y es que ha levantado un debate sobre una cuestión de la que normalmente muchísima gente no se da cuenta: cómo hablamos y cómo con el lenguaje transmitimos ideología, ideas políticas e ideas de la relación entre hombres y mujeres”.
Y agrega que “para hablar del posible sexismo de la lengua española, los académicos tienen mucho conocimiento, pero no se han dado cuenta de que también el conocimiento de la historia, la sociología, los debates de igualdad de género y la historia del avance en los derechos de las mujeres tendrían que ser tenidos en cuenta al hablar del tema”.
En tanto, Jorge Volpi precisa que “un debate así es necesario porque tenemos la sensación de que la lengua nos viene dada, como si nos sumergiéramos en una que ya existe y que apenas podemos modificar. Ninguna lengua es inocente. La española, como otras, tiene un matiz sexista inevitable, que está en el centro mismo de las estructuras gramaticales, sintácticas y también en muchos usos de la lengua. A partir de tener conciencia de que la lengua que utilizamos tiene muchos usos sexistas, viene la siguiente cuestión: ¿de estos, cuáles son modificables y cuáles no y cómo podemos avanzar para tener una lengua menos sexista?”.
En otra parte de su participación, Volpi explica que “si en español tenemos a la Academia y al conjunto de Academias de cada país, que emiten recomendaciones, creo que tendrían que emitir recomendaciones sobre el lenguaje no sexista. La Academia debería, lo primero, reconocer el sexismo intrínseco en la lengua española. Y segundo, hacer un comité entre las academias de los distintos países y emitir recomendaciones de cómo tener un lenguaje menos sexista del que tenemos”.