EE.UU. condena provocación «innecesaria» de Corea del Norte por pruebas nucleares
Pyongyang anunció su intención de realizar una nueva prueba nuclear y ensayos balísticos de largo alcance, al tiempo que aseguró que estas acciones estarán dirigidas contra su «enemigo» Estados Unidos.
El gobierno de Estados Unidos condenó este jueves la «provocación innecesaria» de Corea del Norte, tras anunciar su intención de realizar una nueva prueba nuclear y ensayos balísticos de largo alcance, según el portavoz, Jay Carney, quien aseguró que Pyongyang solo conseguirá «más aislamiento».
«Las declaraciones de Corea del Norte son una provocación innecesaria y una prueba (nuclear o de misiles) sería una violación de las resoluciones de Naciones Unidas», indicó Carney tras el anuncio del régimen de Kim Jong-un.
La poderosa Comisión Nacional de Defensa aseguró este jueves que llevará a cabo en su territorio una nueva prueba nuclear «de mayor nivel» y enmarcada en su «lucha» contra su «enemigo» EE.UU., además de seguir son su programa de cohetes y misiles de largo alcance.
«Más provocaciones solo incrementarían el aislamiento de Pyongyang, mientras que su enfoque continuo en sus programas nuclear y de misiles no hacen nada para ayudar al pueblo norcoreano», aseveró Carney.
Corea del Norte ya realizó pruebas nucleares en 2006 y 2009 y consiguió avances importantes en su tecnología de misiles con el lanzamiento en diciembre de un cohete, supuestamente con fines científicos, que fue el martes condenado por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Carney recordó que el Consejo de Seguridad ha tomado «acciones significativas ante la posibilidad de nuevos lanzamientos o test nucleares» y la última resolución de condena, que además reafirma las sanciones ya impuestas contra Pyongyang, es «un fuerte mensaje de la comunidad internacional».
En su opinión, las última resolución de la ONU ayudará a impedir que Corea del Norte siga alimentando «sus programas de armas de destrucción masiva» y aseguró que Washington tomará «medidas adicionales a este respecto», sin detallar las mismas.
El portavoz aseguró que EE.UU. «actuará de manera consecuente y juzgará a Corea del Norte por las acciones que tome», al tiempo que lamentó que no haya habido «un cambio notable» en el comportamiento del régimen desde la muerte de Kim Jong-il a finales de 2011 y la llegada al poder de su hijo Kim Jong-un.
Tras la Guerra de Corea (1950-53), la península quedó dividida en el Sur, aliado de Estados Unidos, y el régimen estalinista del Norte, entre los que media un armisticio y no un tratado de paz.