Los principales líderes políticos del país hicieron este martes sus valoraciones sobre los resultados arrojados por las urnas, aunque ninguno de ellos logró dar una indicación clara del camino que se va a seguir, mientras la presión sobre Italia se volvía a sentir con un repunte de la prima de riesgo y el desplome de la Bolsa de Milán.
Italia busca una salida a la delicada situación que se dibuja tras las elecciones generales, con un Senado sin mayorías claras que aboca al país a la ingobernabilidad y que ya ha despertado hoy los temores de los mercados financieros ante la posibilidad de que no cumpla con sus compromisos europeos.
Los principales líderes políticos italianos hicieron este martes sus valoraciones sobre los resultados arrojados por las urnas, aunque ninguno de ellos logró dar una indicación clara del camino que se va a seguir, mientras la presión sobre Italia se volvía a sentir con un repunte de la prima de riesgo y el desplome de la Bolsa de Milán.
En medio de los interrogantes suscitados por el voto, los medios de comunicación y los analistas perfilaron diferentes escenarios posibles, que van desde la formación de un Gobierno de coalición, a la convocatoria de nuevas elecciones, posiblemente tras una reforma del sistema electoral que permita evitar que se repitan situaciones como la actual.
Y es que mientras la coalición de centroizquierda de Pier Luigi Bersani, la más votada, ha obtenido la mayoría absoluta en la Cámara de los Diputados gracias al sistema de premios al primer partido, en el Senado, donde esas bonificaciones se reparten región por región, ha quedado con una mayoría relativa con un margen muy ajustado sobre la segunda fuerza, el centroderecha de Silvio Berlusconi.
Por detrás, en ambas Cámaras, quedó el Movimiento 5 Estrellas, del cómico Beppe Grillo, adalid de la antipolítica en Italia, que ha cosechado un resultado extraordinario situándose como tercera fuerza parlamentaria, mientras el tecnócrata Mario Monti encajó un duro revés quedando cuarto con unos números irrelevantes para alianzas estratégicas.
Ante esta incierta situación arrojada por las urnas y las diferencias entre los partidos que hacen que las alianzas en el Senado para obtener una mayoría se perfilen complicadas, ‘Il Cavaliere’ pidió hoy que la política «se sacrifique» para poder gobernar el país.
«Por el bien de Italia todos tienen que hacer sacrificios. No creo que Italia no pueda ser gobernada», dijo Berlusconi, quien subrayó que no cree que la solución sea la de volver a votar.
Sobre la posibilidad de aliarse en el Senado con el centroizquierda para sacar adelante algunas reformas como la nueva ley electoral, Berlusconi se limitó a explicar que ahora «todos tienen que reflexionar» y «esto llevará su tiempo».
Por su parte, Bersani admitió su desilusión ante los resultados, aunque dijo que asume la responsabilidad que le han otorgado las urnas como la coalición más votada y anunció que propondrá al nuevo Parlamento un plan de Gobierno con una serie de reformas.
En referencia a la posibilidad de alcanzar pactos en el Senado, indicó que no pretende ahora «hilvanar acuerdos sobre no se sabe qué» y que cuando le llegue su turno se dirigirán al Parlamento.
Grillo descartó grandes alianzas de Gobierno y anunció que el sentido del voto de su grupo parlamentario en la próxima legislatura se estudiará caso por caso.
«Veremos ley a ley, reforma a reforma. Tampoco es que estemos contra el mundo. Si hay propuestas que entran dentro de nuestro programa, las valoraremos», afirmó el líder del Movimiento 5 Estrellas, que se ha situado además con el partido en solitario con más votos en la Cámara de los Diputados.