El ataque se perpetró con todas las reglas de una ejecución, con un arma de nueve milímetros y con disparos dirigidos a corta distancia directamente a a la cabeza; una de las víctimas recibió además impactos en el tórax.
El asesinato de dos hombres ante una oficina del partido neonazi griego Amanecer Dorado en las afueras de Atenas apunta a un acto de venganza por la muerte del activista de izquierdas Pavlos Fyssas a manos de un ultraderechista.
Medios locales precisaron citando a la Policía que el ataque se perpetró con todas las reglas de una ejecución, con un arma de nueve milímetros y con disparos dirigidos a corta distancia directamente a a la cabeza; una de las víctimas recibió además impactos en el tórax.
El ministro de Sanidad, Adonis Yeoryiadis, señaló en declaraciones a una cadena de televisión privada que la tercera víctima, un hombre de 27 años, se encuentra en estado de suma gravedad.
Según informaciones policiales citadas por los medios, uno de los hombres murió en el acto y el segundo camino del hospital.
Si bien no hay confirmación oficial de que se haya tratado de un ajuste de cuentas ni de que las víctimas fueran también neonazis, los indicios parecen apuntar en dirección de la primera hipótesis.
El portavoz de Amanecer Dorado, Ilias Kasiriadis, afirmó inmediatamente después del crimen que las dos víctimas eran miembros del partido.
Por ahora no hay información confirmada si cuando hizo esta declaración conocía las identidades de las víctimas.
Según los medios, una de las víctimas mortales llevaba encima un llavero del partido, lo que podría confirmar este supuesto.
El propio ministro de Orden Público, Nikos Dendias, apuntó indirectamente a la posibilidad de un ajuste de cuentas por el asesinato en septiembre pasado de Pavlos Fyssas por un simpatizante de Amanecer Dorado.
«No puede permitirse que el país se convierta en un escenario de ajustes de cuentas por cualquier cosa», indicó el ministro en un comunicado.
Por su parte, el portavoz del Gobierno, Simos Kedikoglu, en una escueta reacción ante las cámaras, aseguró que «los asesinos, sean quien sean y provengan de donde provengan, serán perseguidos sin piedad y con una sociedad unida».
Dimitris Papadimulis, portavoz del grupo parlamentario del principal partido de la oposición, el izquierdista Syriza, afirmó que «quienes sean los autores del asesinato ejecutado por profesionales hoy, las víctimas son la democracia y el país».
Para Amanecer Dorado no hay duda de que se trató de un acto de venganza por la muerte de Fyssas, y en un comunicado, el partido neonazi aseguró que fue «un golpe a ciegas en que los criminales tenían la intención clara de ejecutar a cualquiera que se encontrase ante la oficina de Amanecer Dorado».
El partido aseguró que ha pedido protección policial porque había recibido amenazas.
El pasado 18 de septiembre, el rapero antifascista Pavlos Fyssas fue asesinado tras presenciar con su novia y amigos a un partido de fútbol en un bar del extrarradio de Atenas.
Tras ser perseguido por un grupo de supuestos militantes neonazis, ante la indiferencia de un grupo de policías allí estacionados, un hombre descendió de un vehículo y apuñaló a Fyssas causando su muerte.
El asesino fue detenido poco después y puesto a disposición judicial y se encontró material relacionado con Amanecer Dorado en su hogar, además de llamadas a varios dirigentes de la organización neonazi, lo que sirvió para abrir un proceso contra el partido.
Desde entonces, seis diputados han sido imputados como miembros de una presunta «organización criminal», y tres de ellos se encuentran en prisión preventiva, incluido su líder, el exmilitar Nikolaos Mijaloliakos.
Además, el Parlamento ha aprobado una ley hecha a medida de Amanecer Dorado que permite cortar la financiación pública de un partido si la quinta parte de sus diputados o miembros del órgano central estás involucrados en actividades criminales.