«No creemos que este sea un asunto entre nuestros dos gobiernos, es algo que deben decidir los tribunales y no debería afectar la relación bilateral», dijo la secretaria de Estado adjunta para América Latina, Roberta Jacobson, sobre la polémica por los denominados «fondos buitres» .
La secretaria de Estado adjunta de EE.UU. para Latinoamérica, Roberta Jacobson, admitió este viernes que la relación con Argentina pasa por un «periodo difícil», pero destacó que el litigio entre el Gobierno argentino y los fondos de inversión no es un problema político bilateral, sino un asunto judicial.
«Ahora mismo estamos en un periodo difícil, pero seguimos esperando que podamos tener una relación positiva», dijo Jacobson en una conferencia de prensa en Nueva York, con motivo de las actividades de la Asamblea General de la ONU.
«No creemos que este sea un asunto entre nuestros dos gobiernos, es algo que deben decidir los tribunales y no debería afectar la relación bilateral», añadió.
La semana pasada, el Gobierno argentino convocó a una reunión al encargado de negocios de la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires, Kevin Sullivan, después de que comentara a un periódico la importancia de que Argentina «salga del default» (cese de pagos) para volver al crecimiento económico.
El canciller argentino, Héctor Timerman, advirtió a Sullivan que «de repetirse este tipo de intromisiones en los asuntos internos de Argentina se adoptarán las más severas medidas estipuladas en la Convención de Viena sobre la conducta de los diplomáticos».
Lo que ofuscó al gobierno argentino, según confirmó el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, fue que Sullivan hablara de «default» cuando, según el Ejecutivo de Cristina Fernández, Argentina «cumple y paga» sus deudas.
Jacobson no se refirió hoy a ese incidente diplomático en concreto, pero sí confió en que Argentina pueda volver a ser «un miembro pleno de la comunidad financiera internacional».
«Este es un asunto muy duro para Argentina, y confiamos en que se resuelva de una manera en la que pueda volver a la comunidad financiera internacional, para poder empezar a crecer y ser productiva de nuevo», señaló la funcionaria estadounidense.
«En cuanto a nuestra relación bilateral, queremos intentar relacionarnos de manera positiva, ya sea en la cooperación en materia de energía, que ha sido buena; en temas de no proliferación donde han sido un aliado; o en cosas como el combate al terrorismo, donde por desgracia tienen experiencia particular», agregó.
Argentina mantuvo un litigio en un tribunal de Nueva York contra fondos especulativos (a los que califica de «fondos buitre»), que no se acogieron a la reestructuración de la deuda soberana en 2001, y el juez de esa corte ordenó al Gobierno argentino pagar los 1.500 millones de dólares que reclaman esos fondos.
Mientras el litigio no tenía una sentencia en firme, el propio Gobierno de Barack Obama respaldó la posición de Buenos Aires ante el Tribunal Supremo estadounidense, que finalmente dio la razón a los fondos especulativos.
No obstante, ya con un fallo en firme en su contra, Argentina denunció el mes pasado a EE.UU. ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya por considerar que las decisiones adoptadas por la Justicia estadounidense violan su inmunidad soberana.