Desde los cuestionamientos sobre su construcción hasta denuncias de corrupción y dinero escondido, la polémica por el enorme mausoleo del expresidente argentino no parece acallarse.
El fallecido presidente venezolano Hugo Chávez tiene un mausoleo monumental en el llamado Cuartel de la Montaña en Caracas. Pero no es el único líder latinoamericano honrado así.
En Argentina se ha sumado un nuevo templo mortuorio no exento de polémicas, denuncias de corrupción y hasta leyendas de dinero escondido y movimientos extraños: el del fallecido expresidente Néstor Kirchner en la provincia sureña de Santa Cruz.
Aunque los mausoleos grandilocuentes existen desde tiempos inmemoriales, el reciente reverdecer de liderazgos personalistas en América Latina parece haber traído consigo en distintas vertientes la idea.
La mole de laja patagónica que guarda el féretro con los restos del Kirchner es una estructura de 11 metros de altura por 13 de ancho.
Ocupa 600 metros cuadrados en terrenos del cementerio municipal de la ciudad de Río Gallegos, capital de la provincia, donde Kirchner inició su carrera política como intendente.
Esta construcción contrasta con las tumbas comunes.
Habían pasado 20 días de su muerte cuando el 18 de noviembre de 2010, el Concejo Deliberante local sesionó para tratar dos temas: ponerle de nombre Néstor Kirchner a la avenida principal y ceder tierras del cementerio para levantar un mausoleo donde descansaran sus restos y el público pudiera homenajearlo.
Y todo fue votado por unanimidad.
En un principio, llegó a proponerse una línea telefónica para que se donaran fondos destinados a la construcción del sitio funerario sin antecedentes en el país, pero esto no hizo falta.
Un amigo de la familia donaría el dinero. El mecenas sería Lázaro Báez, el mayor contratista de obra pública de la Patagonia argentina, hoy preso por acusaciones de lavado de dinero que él niega.
En esa causa también está imputada la expresidenta argentina Cristina Fernández, la viuda de Kirchner, quien ha rechazado de plano los cargos.
Según la denuncia, durante el gobierno de Fernández el empresario llegó a recibir más de US$1.000 millones en contratos por el 78% de las licitaciones de la región.
Recientemente, en un escrito de su defensa, Báez llamó «venganza popular y judicial» con «métodos propios de la sagrada Inquisición», al proceso que se le sigue.
Otros tiempos eran aquellos en que, según le cuenta a BBC Mundo una persona que lo atestiguó, «se sentaba a observar el mausoleo, lo miraba y decía ‘este es mi regalo para Néstor'», a quien llamaba su amigo.
Según la fuente -que prefiere mantener en reserva su nombre-, «Báez tuvo la llave del mausoleo durante mucho tiempo y cada vez que alguien iba, él tenía que ir a abrir, como si fuera el cuidador del cuerpo».
En una de las únicas fotos donde se lo ve con la exmandataria, ambos están saliendo de la sepultura.
Ahora Báez está preso, el sepulcro cerrado a las visitas y se supone que las llaves pasaron a poder de la familia Kirchner.
La construcción misma no está exenta de controversias y eventos extraños.
Quienes ingresan por la hermética puerta metálica y suben la imponente escalera caracol que los espera, pueden observar el féretro presidencial desde una cúpula en lo alto, a través de un vitrales.
Esta pieza artística, realizada por el artista plástico Andrés Camaño, tiene forma de escarapela o insignia con los colores de la bandera argentina. Se alza varios metros por encima del cofre que contiene los restos mortales y la luz natural que lo atraviesa adquiere los tonos celeste y blanquecino al iluminar el interior.
Adentro del mausoleo, se multiplican las fotografías de Kirchner y obras realizadas con distintos materiales que evocan su rostro.
Sin embargo, dos años después de su construcción un episodio inesperado desató la alerta. Las alarmas del lugar, celosamente vigilado, se dispararon sorpresivamente, según contó la prensa local el 29 de diciembre de 2013.
«Se registraron rajaduras en la estructura porque el suelo cedió más de lo calculado», precisaron.
Debieron reemplazarse vidrios blindados, y durante las reparaciones dieron una extraña orden: apagar las cámaras de seguridad mientras se realizaban las refacciones.
Entre las consecuencias del misterioso temblor se incluye la inclinación de la cúpula con el vitral, por haber cedido uno de los fierros que la sostienen.
En ese mismo año, una denuncia judicial llevó la existencia del mausoleo a una dimensión que no es la del más allá, sino la de los tribunales.
La entonces diputada Patricia Bullrich -hoy ministra de Seguridad del gobierno de centro-derecha de Mauricio Macri- pidió investigar «todo lo ateniente a la construcción a modo de donación o regalo del mausoleo o bóveda realizada por el empresario Lázaro Báez».
La indagación se solicitó bajo sospechas de incumplir «la ley de ética pública», que «penaliza a cualquier funcionario que recibiera dinero o cualquier otra dádiva», según consta en el expediente al que accedió BBC Mundo.
«¿Quién lo pagó? ¿Cuánto se invirtió? ¿Quién financia el mantenimiento? ¿Cómo la familia presidencial aceptó un regalo de alguien que presta servicios de obra pública?», se pregunta la denunciante Bullrich en conversación con BBC Mundo.
La causa, que recayó en un juzgado federal, derivó en la imputación de la expresidenta Fernández, quien sin embargo nunca compareció ni aclaró públicamente los detalles relacionados con la propiedad del mausoleo, que no está declarado entre sus bienes.
Desde la realización de la denuncia hasta el presente se sucedieron decenas de pedidos de informes sobre el registro de la obra. Pero no ha habido respuestas oficiales a los investigadores.
Eso llevó a que recientemente se produjeran allanamientos en la gobernación de Santa Cruz y en las oficinas de Austral Construcciones, la firma del empresario Lázaro Báez.
Para sorpresa de los oficiales de justicia, «no hay documentos del registro jurídico del mausoleo, no se logra dar con la habilitación oficial del lugar, ni con alta de inicio o final de obra».
Las hipótesis son varias: o los documentos no existen, o están ocultos, o fueron destruidos.
Por ahora, el mausoleo es «un fantasma jurídico», admiten los investigadores.
Aunque no han faltado rumores de los otros fantasmas, los que austan, luego de aquellos episodios extraños.
Y en medio de un megaoperativo en busca de supuestos fondos de corrupción del kirchnerismo ocultos presuntamente en bóvedas, circuló la versión no confirmada de que también en el mausoleo podría haberse ocultado dinero.
Esto fue desmentido por el arrepentido de la causa, Leonardo Fariña. Este joven fue quien dio detalles de la trama financiera para aparentemente blanquear capitales de obras públicas durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, algo rechazado por e kirchnerismo.
Según le dijo Fariña al canal Todo Noticias (TN), lo del dinero en el mausoleo «es un cuento de fantasmas».