En la ceremonia han presentado sus respetos jefes de Estado latinoamericanos y de otras regiones del mundo ante una multitud que despide al líder de la revolución cubana. Las cenizas de Castro serán depositadas en Santiago de Cuba luego de un recorrido por la isla.
Como en los viejos tiempos, como en los buenos, como en los malos, como en los únicos que han conocido generaciones de cubanos: la Plaza de la Revolución volvió a llenarse por Fidel Castro.
Algunos más entusiastas, otros compungidos, distraídos por un lado, familias completas, todos quisieron ir a despedir al jefe de la Revolución Cubana, admirado por muchos y repudiado por otros.
Pero este martes por la noche era el momento y lugar para cientos de miles de personas que se reunieron para expresar sus respetos por el exmandatario fallecido el 25 de noviembre a los 90 años.
Abraham Zamorano, periodista de BBC Mundo y enviado especial a La Habana, relató que a muchos «bastaba mirarlos a los ojos para adivinar que estaban en un funeral».
«¡Viva la revolución!» y «¡Fidel, Fidel!» eran algunos de los gritos que se escuchaba en la icónica plaza, el mismo lugar en donde Castro acostumbraba a realizar largos discursos ante miles de partidarios desde que llegó al poder, en 1959.
La opinión sobre el líder que gobernó con un solo partido a Cuba por casi medio siglo sigue siendo divisoria, tanto al interior de la isla como fuera.
Los partidarios dicen que devolvió el país al pueblo, y lo elogian por algunos de sus programas sociales, tales como la salud pública y la educación.
«Soy una doctora gracias a nuestra revolución y nuestro ‘comandante’, quien fundó y promovió la creación de un ‘ejército de batas blancas'», le dijo a BBC Mundo una médico en la multitud.
«Y desde el punto de vista de la solidaridad, que ahora hay doctores cubanos por todo el mundo», agregó.
Pero los críticos lo llaman un tirano, que dirigió un gobierno que no al día de hoy no tolera a la oposición o a la disidencia.
Varios grupos de disidentes en Cuba habían dicho que respetarían las ceremonias de despedida a Castro, por lo que no hubo protestas visibles cerca de la plaza.
Un señor mayor hablaba de Fidel como la figura del «padre» de los cubanos y la convicción de muchos: «Nos dio salud, educación y la capacidad de pensar por nosotros mismos».
«Nos enseñó a tener esta mentalidad internacionalista y pensar también en los otros pueblos. ‘Gracias, Fidel’ es una expresión que oirás mucho en Cuba, porque la verdad es que hizo todo por el país».
Jefes de Estado de varios países del mundo pronunciaron sendos discursos para el líder de la Revolución Cubana, generando más o menos entusiasmo entre los asistentes que llevaban varias horas de pie.
Entre una decena de líderes latinoamericanos estaba Nicolás Maduro (Venezuela), Rafael Correa (Ecuador), Evo Morales (Bolivia), Enrique Peña (México) y Juan Carlos Varela (Panamá).
Otros dirigentes del mundo eran el primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, así como Jocob Zuma de Sudáfrica, quienes también hablaron en su idioma ante la plaza.
Pero el público ahí es gente entrenada en eso: no en vano ese fue el escenario de los grandes discursos de Fidel Castro.
«Resultaba mejor que no se alargaran tanto como el sudafricano; mejor que se repitieran consignas revolucionarias como el boliviano», contó Zamorano.
Los presidentes de Bolivia, Venezuela y Ecuador se encontraban entre los que firmaron un libro de condolencias en el Memorial a José Martí, donde una fotografía flanqueada por una guardia ha estado en exhibición desde el lunes.
Sin embargo, muchos líderes occidentales no asistieron a la ceremonia o enviaron a representantes de menor rango.
Por parte de Estados Unidos estaba el candidato a embajador en Cuba, Jeffrey DeLaurentis, y el asesor adjunto de Seguridad Nacional, Ben Rhodes.
El miércoles, las cenizas de Castro, que según los medios estatales cubanos se han mantenido en el Ministerio de Defensa, serán llevadas en un viaje a la ciudad de Santiago de Cuba en una peregrinación de una semana.
La ruta recreará la gira de la victoria que recorrió Castro después de que llegó al poder en 1959, pero en sentido contrario.
Sus cenizas serán colocadas el domingo en el cementerio de Ifigenia en Santiago de Cuba, donde está enterrado héroe de la independencia cubana, José Martí.
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