Ni en la capital cubana ni en Birán, la ciudad natal del fallecido líder. El lugar elegido tiene un fuerte vínculo con sus estudios y sus acciones rebeldes. No en vano a la ciudad del este de la isla se la llama la «cuna de la Revolución».
Fidel Castro quería ser cremado al día siguiente de su muerte. Eso contó su hermano Raúl, el presidente de Cuba, cuando anunció la muerte del histórico líder revolucionario.
Y es posible que también quisiera que sus restos descansaran en Santiago de Cuba.
Pero no fue lo que dijo su hermano y presidente.
Raúl Castro sólo adelantó que los detalles de sus funerales los daría una «comisión organizadora».
El grupo, del que poco se sabe, informó al día siguiente de que las cenizas de quien fuera presidente por casi cinco décadas, recorrerían el país rememorando la «Caravana de la Libertad».
Y que sus cenizas descansarían a partir de este lunes en el cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba.
Pero, ¿por qué fue elegida esta ciudad del oriente?
Fidel Castro nació en Birán, en la actual provincia de Holguín, en 1926. En ese entonces, la zona era parte de la llamada provincia de Oriente.
Y aunque en ese sentido se puede decir que Fidel es oriental, como los santiagueros, lo cierto es que su vida también estuvo muy vinculada a La Habana.
En la capital estudió en la Universidad de La Habana. Y en ese tiempo fue que maduró políticamente, según cuentan sus biógrafos.
Además, en La Habana vivió la mayor parte de su vida.
Allí se estableció una vez triunfó la Revolución en 1959 y fue donde falleció el pasado 25 de noviembre.
Al día siguiente de que se anunciara su deceso, la comisión organizadora confirmó la caravana y el final en Santiago de Cuba.
Esa ciudad, por supuesto, no es ajena al joven Fidel ni al comandante revolucionario.
Allí estudió antes de ir a la universidad y allí, sobre todo, comenzó sus acciones rebeldes.
Tanto es así, que la ciudad caribeña, la otra gran metrópoli del país, es conocida como «la cuna de la Revolución».
«Viene aquí porque aquí se inició la lucha por la libertad del pueblo cubano», le dijo Lionel a BBC Mundo.
Sentado viendo pasar el tiempo pasar en una céntrica plaza de la ciudad, Lionel presume del profundo conocimiento de la historia del levantamiento dirigido por «los barbudos».
«Los muchachos de la Universidad del Oriente le prestaron mucha ayuda y el comandante no lo olvidó», le dijo a BBC Mundo.
«En Santiago siempre empiezan las revoluciones. La guerra del 95 y antes la del 68 [empezaron aquí]», le cuenta a BBC Mundo el jubilado Orlando González.
González se refiere al primer levantamiento contra la dominación española en 1868 y después a la Guerra de Independencia, que comenzó con el Grito del Oriente.
También la Revolución Cubana comenzó en el oriente del país.
Pero incluso antes de desembarcar con el yate Granma en 1956 y comenzar su movimiento guerrillero en la Sierra Maestra, Castro hizo una primera intentona rebelde en Santiago.
Fue el Asalto al Cuartel Moncada: el intento de tomar una estratégica fortificación militar en 1956.
Desde allí pretendían llamar a la huelga general e iniciar la lucha armada contra el régimen de Fulgencio Batista.
El golpe fracasó y Fidel Castro fue sentenciado a 15 años de prisión. Su alegato de autodefensa terminó con el famoso: «La historia me absolverá».
Gracias a una amnistía, Fidel Castro salió de la cárcel después de casi tres años y se autoexilió en México.
Y fue desde ese país que se embarcó junto a otros 81 compañeros en el yate Granma, que encalló en el oriente.
También en esa región, cuya capital es Santiago, está la Sierra Maestra, donde comenzó la revolución.
Por esa zona comienza a expandir sus frentes y es ahí que encuentra un apoyo fundamental en la gente.
Y cuando el 1º de enero de 1959, la fecha que pasó a la historia como la del triunfo de los rebeldes, en paralelo a la toma de La Habana por parte de Camilo Cienfuegos y Santa Clara por el «Che», Castro tomó Santiago.
La declaró provisionalmente capital del país y, desde entonces, pasó a ser «la cuna de la revolución».
Además, en el cementerio de Santa Ifigenia no solo descansan amigos y compañeros de lucha de Castro.
Se encuentran también los próceres de la independencia cubana.
Y por algo Fidel siempre dijo que José Martí, héroe nacional de Cuba, era el autor intelectual de la revolución.
Ahora descansarán en el mismo suelo.