Opinión
Como Secretario General de Naciones Unidas, desde la campaña que lo llevó a ser elegido en diciembre 2016, ha manifestado su claro e irrestricto compromiso con la prevención de los conflictos en el mundo, la protección de los derechos humanos de todos, y la seguridad internacional. Para ello insiste en unas Naciones Unidas –Estados y organizaciones- que trabajen en forma comprometida, transparente y coordinada.
António Guterres no ¨da puntadas sin hilo¨. No lo hizo cuando era Primer Ministro de Portugal conduciendo el país por una senda social demócrata en momentos de incertidumbres económicas y políticas ni como Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en los momentos más acuciantes de la crisis de refugiados y migrantes de Siria. Desempeñó ambas funciones con objetivos claros y planes concretos que redundaron en buenos resultados y evaluaciones.
Como Secretario General de Naciones Unidas, desde la campaña que lo llevó a ser elegido en diciembre 2016, ha manifestado su claro e irrestricto compromiso con la prevención de los conflictos en el mundo, la protección de los derechos humanos de todos, y la seguridad internacional. Para ello insiste en unas Naciones Unidas –Estados y organizaciones- que trabajen en forma comprometida, transparente y coordinada.
El Consejo Asesor de Alto Nivel para la Mediación de reciente creación es un instrumento para ello. Le permitirá desplegar la cuidadosa acción diplomática que requieren las crisis más graves que afectan hoy a la humanidad contando con el consejo y la colaboración del talento y experiencia de hombres y mujeres líderes mundiales, que ostentan probado compromiso con los valores fundamentales de las relaciones internacionales y con la sobrevivencia del planeta.
Por su potencial efecto cataclísmico, quizás la más acuciante amenaza es el despliegue armamentista nuclear de la República Popular Democrática de Corea y su enfrentamiento al resto del mundo. Aunque la retórica escale, lo que no podemos permitir como comunidad internacional es que escale hasta un enfrentamiento militar.
La Presidenta Michelle Bachelet (cuando deje sus actuales funciones), junto a los otros 17 ex Jefes de Estado, Premios Nobel de la Paz, altos funcionarios de Naciones Unidas, expertos en Derecho Humanitario Internacional y defensores de Derechos Humanos nombrados por el Secretario General como Mediadores de Alto Nivel, tendrá la oportunidad de colaborar en la búsqueda de soluciones pacíficas y bien articuladas que permitan al mundo respirar con tranquilidad y a todas las naciones, incluida Corea del Norte, los Rohingas del estado de Rakhai en Myanmar y en Bangladesh, la población civil de Yemen y los migrantes de Siria y Libia, abocarse a la tarea central de asegurar el desarrollo de sus pueblos y sus familias, el respeto a la dignidad de las personas, y a la sobrevivencia de nuestro planeta.
¡Deberíamos como chilenos estar orgullosos y desearle a Bachelet, a Guterres y a la humanidad un futuro de esperanza!
