El portavoz de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres, David de León, detalló que al momento existen unos 1.687 personas atendidas en albergues, tras haber sido desalojados o rescatados de la zona de riesgo, cuyo aspecto general es gris, repleta de ceniza y de arena incandescente que en ocasiones llegó a temperaturas superiores a los 700 grados centígrados.
Las autoridades de Guatemala elevaron este lunes a 33 los muertos por la fuerte erupción del volcán de Fuego este domingo, que deja 46 heridos, según la última actualización de los cuerpos de socorro.
El flujo piroclástico que descendió del cráter durante la tarde del domingo también ha dejado 1,7 millones de afectados y unos 3.265 evacuados de las áreas aledañas al coloso, que abarcan los departamentos de Sacatepéquez, Chimaltenango y Escuintla.
En estas tres localidades fue declarada alerta roja institucional por el Gobierno central, el que además instauró la alerta anaranjada a nivel nacional, a la espera de que el Congreso de la República avale la solicitud de estado de excepción para poder contar con los recursos destinados a situaciones de este calibre.
El portavoz de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres, David de León, detalló que al momento existen unos 1.687 personas atendidas en albergues, tras haber sido desalojados o rescatados de la zona de riesgo, cuyo aspecto general es gris, repleta de ceniza y de arena incandescente que en ocasiones llegó a temperaturas superiores a los 700 grados centígrados.
El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología reportó este lunes a primera hora de la mañana que el volcán están volviendo a su normalidad, pero advirtió que las barrancas de hasta 80 metros de profundidad están llenas de material volcánico.
Alertó que las lluvias son el principal riesgo porque pueden causar lahares de flujo piroclástico.
Aunque el coloso ya bajó la actividad, no se descarta que pueda reactivar la erupción, dijo el secretario de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres, Sergio García Cabañas, quien agregó que se desconoce cuántas víctimas mortales puedan haber debajo de las toneladas de ceniza.