El presidente encargado anunció la «fase final» de la ofensiva contra Nicolás Maduro, pero nuevamente no consiguió quebrar la lealtad de los militares hacia el régimen chavista. Al final, el único logro de la jornada fue la puesta en libertad de Leopoldo López, su mentor político, que en la tarde ingresó en calidad de “huésped” a la embajada chilena en Caracas junto a su esposa Lilian Tintori y la hija de ambos, pero más tarde decidió cambiar su «residencia», trasladándose a la Embajada de España. Para el excanciller chileno Heraldo Muñoz, “el levantamiento ha fracasado” y en medios internacionales, como Bloomberg, el análisis fue que la “apuesta de Guaidó falló” y “si bien es probable que no sea un golpe fatal, ciertamente fue el mayor revés hasta ahora” [ACTUALIZADA]
Como la “Operación Libertad” de Leopoldo López fue bautizada irónicamente en redes sociales la nueva intentona de la oposición venezolana contra el régimen de Nicolás Maduro, dando cuenta así de un nuevo fracaso del antichavismo en su afán de desbancar al gobierno vigente en Venezuela.
En definitiva, lo único que quedó en limpio de la sorpresiva jornada del 30 de abril liderada por el Presidente encargado Juan Guaidó fue la acogida del líder opositor Leopoldo López –quien se mantenía bajo arresto domiciliario- junto a su esposa Lilian Tintori y la hija de ambos en calidad de “huéspedes”en la embajada chilena en Caraca, como aclaró el canciller chileno Roberto Ampuero.
Sin embargo, más tarde se conoció la información, a través del mismo ministro de Relaciones Exteriores, de que López y su familia habían cambiado su «residencia», siendo acogidos por la Embajada de España.
Al igual que la salida escogida por López, un grupo de 25 militares que participó en la intentona que tuvo como epicentro la base aérea de La Carlota, se refugiaron en la embajada brasileña en la capital venezolana.
En tanto, Guaidó desapareció del radar y está con paradero desconocido, y durante la tarde corrieron varios rumores que lo daban en calidad de huésped en las embajadas de Francia o Brasil, e incluso en la chilena, tras una jornada de tensión que dejó como balance al menos 69 heridos en la capital venezolana.
Mientras Nicolás Maduro evitó mostrarse en público durante la jornada, la principal vocería del chavismo la tomó Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela, quien dio por fracasada la movida liderada por Guaidó.
“Señores opositores: otro engaño más, los engañan con fechas y con nombres, les hablaron de operación libertad, que cosa más sublime: la libertad, pero les ocultaron que se trataba solo de la libertad del fascista asesino Leopoldo López, que pena, Nosotros Venceremos!!!”, escribió en Twitter.
Desde Chile, al analizar el desenlace de la jornada, el ex canciller Heraldo Muñoz concluyó que todo fue un fracaso para la oposición. “Ingreso de Leopoldo López y familia a embajada de Chile significa que levantamiento liderado por Guaidó y López ha fracasado. La movilización social por la democracia puede continuar, pero pierde aliento. Aquí se jugaron cartas determinantes que no apuntaron a negociación política”, indicó Muñoz a través de su cuenta de Twitter.
Horas antes también había tuiteado, asegurando que «pareciera ser hora definitiva para Guaidó. Alzamiento militar da lugar a movilización callejera. El régimen de Maduro buscará reprimir todo asomo de rebelión, o aparecerá débil. Pese a que espacio para una negociación política se estrecha, hay que abogar por salida pacífica».
En medios internacionales, como Bloomberg, la lectura fue similar: “Apuesta de Guaidó falla: Maduro mantiene apoyo de militares”, señala el titular de su análisis donde asume que la jugada del Presidente encargado “fue una estratagema que desde su inicio tenía una posibilidad remota”.
El reporte continúa señalando que “durante todo el día hubo una cualidad quimérica en el empeño de la oposición, no muy diferente al anuncio de enero de Guaidó de que tomaría las riendas del gobierno. Ha nombrado embajadores y funcionarios y ha sido reconocido por más de 50 países. Sin el poder de los militares, su presidencia ha sido un acto puramente simbólico. No hay duda de que en todo el país, y dentro de su burocracia gobernante, hay un profundo descontento con Maduro y un amplio apoyo a una transición. Guaidó y sus asesores creyeron que al declarar un levantamiento podrían ser capaces de crearlo”.
Ahora, las preguntas abundan. “Si bien es probable que no sea un golpe fatal para Guaidó y su esfuerzo de tres meses para derrocar a Maduro, ciertamente fue el mayor revés hasta ahora. Y se plantearon cuestiones cruciales: ¿Maduro usará este momento para cumplir su larga amenaza de encarcelar a Guaidó de una vez por todas? Si lo hace, ¿cómo responderá Estados Unidos, el líder de facto de una coalición internacional que respalda a Guaidó como líder legítimo de Venezuela?”, finaliza el análisis de esta agencia internacional.