De nada sirvió el cambio de tono evidente de hoy, cuando Trump instó a sus partidarios a no realizar nuevas manifestaciones. Esta jornada, la Cámara de Representantes aprobó el “impeachment” en su contra por «incitar a la insurrección» en la toma del Capitolio el 6 de enero. Una acusación contra Trump no lo saca de inmediato del cargo, sino que pone en marcha un juicio en un Senado aún bajo control republicano. Pese a esta mayoría oficialista, hay un cierto grado de incógnita porque el líder republicano Mitch McConnel cree que una posible destitución del presidente podrá ayudar a “purgar” el Partido Republicano de sus fanáticos seguidores. La jornada de hoy en el Capitolio fue atípica, porque los legisladores seguían nerviosos por la violencia de la semana pasada, y un gran número de tropas de la Guardia Nacional con rifles custodiaban dentro y fuera del edificio [ACTUALIZADA]
La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó el “impeachment” del presidente Donald Trump, por «incitar a la insurrección» en la toma del Capitolio el 6 de enero por sus partidarios, y se transforma en el primer presidente en la historia en Estados Unidos en ser acusado dos veces en un mismo Gobierno. Ahora la incógnita se instala sobre lo que sucederá en el Senado, donde los republicanos tienen mayoría.
Finalmente la votación en la Cámara de Representantes fue de 232 a favor y 197 en contra, y al menos 10 republicanos votaron a favor del juicio político y le dieron la espalda al polémico presidente.
De nada sirvió el cambio de tono evidente de hoy, cuando Trump instó a sus partidarios a no realizar nuevas manifestaciones. «A la luz de los reportes de más manifestaciones, insto a que no haya violencia, ninguna violación de la ley y ningún tipo de vandalismo (…) Hago un llamado a todos los estadounidenses para que ayuden a aliviar las tensiones y calmar los ánimos”, dijo el Mandatario.
La última palabra la tiene el Senado y a sólo una semana de que acabe el turbulento mandato trumpista de cuatro años, el líder de la mayoría republicana de esa cámara, Mitch McConnell, había sugerido primero que el juicio no podría comenzar hasta la vuelta de las sesiones regulares, el 19 de enero, sólo un día antes de que Joe Biden tome posesión del cargo.
Sin embargo, las cosas cambiaron y hay un cierto grado de incógnita porque los líderes republicanos evalúan iniciar el viernes el juicio y votar sobre su destitución antes de que Trump abandone la Casa Blanca, dijo una fuente citada por Reuters.
En este nuevo escenario, Trump no puede estar confiado, porque el mismo McConnel cree que una posible destitución podrá ayudar a “purgar” el Partido Republicano de los seguidores de Trump, informó el New York Times.
En el Senado se necesita una mayoría de dos tercios para condenarlo, lo que significa que al menos 17 republicanos de la cámara de 100 miembros tendrían que encontrarlo culpable. De ser condenado, Trump queda absolutamente inhabilitado de postular para la campaña de 2024.
La jornada de hoy en el Capitolio fue atípica, porque los legisladores seguían inquietos después de la violencia de la semana pasada, y un gran número de tropas de la Guardia Nacional con rifles estaban dentro y fuera del edificio.
Justo después del mediodía, la mayoría de la Cámara (221 a 203) aprobó primero una medida de procedimiento que despeja el camino para una votación sobre un único artículo de impugnación que acusa formalmente a Trump de incitar a la insurrección en un discurso poco antes de la revuelta.
«El presidente de Estados Unidos instigó un intento de golpe de estado en este país», dijo el demócrata Jim McGovern en la Cámara de Representantes. «Si esto no es una ofensa impugnable, no sé qué demonios lo es».
En tanto, algunos republicanos hicieron discursos instando a la Cámara a no impugnar a Trump en el interés de promover una “sanación nacional”.
En Washington, mientras, se adoptan medidas de máxima seguridad para la ceremonia de cambio de mando, con la instalación de altas vallas alrededor del Capitolio, mientras miles de efectivos han sido movilizados para resguardar la ceremonia.
De hecho, las tropas de la Guardia Nacional desplegadas en las calles de Washington comenzaron a portar armas a finales de este martes. El Pentágono está movilizando hasta 15.000 efectivos para la ceremonia del 20 de enero.