Los datos confirman a Brasil, con sus 210 millones de habitantes, como el segundo país con más muertes por la covid-19 en el mundo después de Estados Unidos (601.500) y como el tercero con más casos después de la nación norteamericana (33,5 millones) e India (29,8 millones). La curva epidemiológica ha vuelto a acelerarse en las últimas semanas y numerosos expertos coinciden en que el país está a las puertas de una tercera ola de la pandemia, tras el repunte en el número de casos y fallecimientos.
Brasil superó este sábado las 500.000 muertes por COVID-19, indicó el ministro de Salud, Marcelo Queiroga.
«500.000 vidas perdidas por la pandemia que afecta a nuestro Brasil y al mundo», tuiteó el ministro, sin precisar el balance de las últimas 24 horas.
Queiroga también señaló que trabaja «incansablemente para vacunar a todos los brasileños en el menor tiempo posible y cambiar este escenario que nos asola desde hace más de un año».
Hasta el viernes, su ministerio había contabilizado 498.499 muertos, con un promedio diario de más de 2.000 en los últimos siete días.
Según un consorcio de medios que reúne a los principales grupos de prensa del país y realiza balances basados en informes de los gobiernos regionales, el total ascendía a 500.022 muertos en la tarde.
Brasil, con 212 millones de habitantes, es el segundo país en superar la barrera de los 500.000 muertos, después de Estados Unidos.
El país vivió este año una segunda ola de la pandemia, con balances que llegaron a superar los 4.000 muertos al día. Asimismo, hay temores de una tercera ola, con un nuevo repunte de las curvas de contagios y decesos.
Según el último informe semanal de la Fundación Fiocruz, una entidad de referencia en la investigación médica, Brasil vive una situación «crítica», con «una meseta (de muertes) elevada y la posibilidad de una agravación en las próximas semanas, con la llegada del invierno» austral.