Contrariamente a lo que vaticinaban los sondeos, el partido nacionalista y antiinmigración francés no se impuso en ninguna de las 6 regiones de las 13 para las que se disponía de estimaciones.
La ultraderecha francesa de Marine Le Pen sufrió un revés este domingo en la primera vuelta de las elecciones regionales, en las que la oposición de derecha consiguió una cómoda victoria, a menos de un año de las presidenciales.
«Es posible una remontada» antes de la segunda vuelta del próximo domingo, reaccionó en la cadena de televisión TF1 el vicepresidente del partido ultraderechista Reunificación Nacional, Jordan Bardella.
Contrariamente a lo que vaticinaban los sondeos, el partido nacionalista y antiinmigración francés no se impuso en ninguna de las 6 regiones de las 13 para las que se disponía de estimaciones.
Al partido presidencial, La República en Marcha (LREM), tampoco le fue bien y sus probabilidades de ganar una región son casi nulas.
Con apenas cuatro años de existencia, la formación de Macron no ha logrado implantarse a escala local, no obstante puede ser decisiva de cara a la segunda vuelta para impedir el ascenso de la ultraderecha.
«Fue difícil», reconoció el portavoz del Gobierno, Gabriel Attal.
Los ecologistas (EELV), que habían obtenido buenos resultados en las elecciones municipales de 2020, tampoco obtuvieron buenos resultados.
La votación, que fue aplazada debido a la pandemia de coronavirus, estuvo marcada por una abstención récord superior a 66%, según varios sondeos.