Desde la Agencia EFE señalaron que dentro de las hipótesis del origen de esta enfermedad se muestra un adenovirus como el F41, que es un serotipo muy concreto de adenovirus entéricos y que normalmente causan síntomas intestinales, pero hasta ahora no se había visto que pudiera originar en niños sanos daños de este tipo tan frecuentes.
El laboratorio Pfizer y otros estamentos de salud negaron la información que se ha viralizado en las redes sociales, señalando que el aumento de casis de la hepatitis aguda en niños tiene relación con la vacuna contra el Covid-19.
En específico, los internautas estaban compartiendo el siguiente mensaje: «La OMS emite alerta global sobre nueva forma de Hepatitis severa que afecta a los niños; un estudio de Pfizer sugiere que la vacuna contra el COVID podría ser la culpable».
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Ante esto, la propia Organización Mundial de la Salud y la agencia de noticias AFP desmintieron dicha información. Incluso hasta la Agencia de Seguridad de Salud del Reino Unido indicó que «ninguno de los casos confirmados actualmente en niños menores de 10 años en el Reino Unido se sabe que ha sido vacunado».
En tanto, la académica de la Universidad Diego Portales y doctora en salud pública y epidemiología de la Universidad de Glasgow, Fanny Petermann, manifestó en noticias AFP que «se ha identificado en aquellos casos graves de hepatitis una cepa de adenovirus, específicamente el adenovirus 41. Se cree que ha evolucionado y podría estar generando estos síntomas más severos de hepatitis en niños».
«La mayoría de estos, no ha recibido la vacuna contra el COVID-19, por ende sería imposible que hubiese una relación causal entre la vacuna y hepatitis», complementó.
El portazos de Pfizer en Chile precisó que no hay estudios que vinculen esta hepatitis aguda infantil con las vacunas elaboradas por el laboratorio.
Desde la Agencia EFE señalaron que dentro de las hipótesis del origen de esta enfermedad se muestra un adenovirus como el F41, que es un serotipo muy concreto de adenovirus entéricos y que normalmente causan síntomas intestinales, pero hasta ahora no se había visto que pudiera originar en niños sanos daños de este tipo tan frecuentes.
Es un signo de que “debemos de estar alerta” para ver si está circulando un nuevo serotipo de adenovirus, “no lo sabemos”; si el F41 ha tenido alguna mutación que favorezca el tropismo viral (especificad para infectar un tipo particular de célula o tejido) hacia el hígado, o si se está dando alguna coinfección con algún otro virus.
Tampoco se puede descartar que sea un virus no descrito o sobre el que no se haya establecido esta sintomatología. “Están abiertas diversas hipótesis”.
Otra es que el SARS-CoV-2 pueda haber favorecido que la coinfección con otros virus pueda ocasionar daños de este tipo. En algunas muestras se ha encontrado este virus que causa la covid-19.
El SARS-CoV-2 está circulando y se desconocen muchos de los problemas que puede originar o que favorezca otro tipo de infecciones porque “deje nuestro sistema inmunitario un poco diezmado. Son cosas que aún desconocemos”.