El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, aseguró en una declaración publicada por The Washington Post que la convocatoria del diplomático se produjo después de que las autoridades chinas hubieran comenzado sus maniobras con fuego real en torno a Taiwán, en respuesta a la visita a la isla de la presienta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
La Casa Blanca convocó este jueves al embajador de China en Washington, Qin Gang, para condenar las medidas «de provocación» tomadas por Pekín contra Taiwán y reiterar que Estados Unidos no quiere una crisis en la región, según informes de prensa.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, aseguró en una declaración publicada por The Washington Post que la convocatoria del diplomático se produjo después de que las autoridades chinas hubieran comenzado sus maniobras con fuego real en torno a Taiwán, en respuesta a la visita a la isla de la presienta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
Pelosi visitó el pasado miércoles Taiwán pese a las protestas de Pekín, que respondió con el comienzo de unos ejercicios militares con fuego real que han provocado el cierre del espacio marítimo y aéreo en seis zonas de la isla, que ha quedado prácticamente bloqueada.
“Tras las acciones de China durante la noche, convocamos al embajador Qin Gang a la Casa Blanca para protestar por las acciones de provocación de la República Popular China”, dijo Kirby, que consideró «irresponsables» las «acciones militares» de la República Popular China.
El portavoz aseguró que para la Casa Blanca, la respuesta de China a la visita de Pelosi a Taiwán, una isla que Pekín considera una provincia rebelde, es «irresponsable y contraria» a su objetivo de «mantener la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán”.
La Casa Blanca también reiteró al embajador Qin que su política de reconocimiento de «una sola China» sigue inamovible, así como su intención de mantener abiertas todas las líneas diplomáticas de comunicación.
En el marco de las maniobras militares chinas, que se están desarrollan por mar y aire, Japón denunció que cinco misiles balísticos disparados por Pekín cayeron en aguas de su zona económica exclusiva, algo que no había ocurrido hasta ahora.