El sospechoso de haber matado a tres kurdos el viernes en París, que reconoció su «odio» a los extranjeros, fue inculpado y enviado a prisión este lunes a la espera de ser procesado.
El detenido, de 69 años y nacionalidad francesa, fue inculpado por asesinato y tentativa de asesinato por motivos de raza, etnia, nacionalidad o religión, así como por adquirir y portar armas sin autorización, según una fuente judicial.
Tres personas murieron abatidas a balazos el viernes en un barrio del centro de la capital gala: Emine Kara, una de las líderes del Movimiento de Mujeres Kurdas en Francia, y dos hombres, entre ellos el artista y refugiado político Mir Perwer. Otros tres hombres resultaron heridos, pero están fuera de peligro.
Tras su arresto, poco después de los hechos, el presunto asesino dijo a los agentes que había actuado por «racismo». También reconoció que sentía un «odio a los extranjeros» que se volvió «completamente patológico».
Descrito como «depresivo» y «suicida», el detenido, un conductor ferroviario jubilado, reconoció que había «tenido ganas de asesinar a migrantes, a extranjeros» desde un robo que sufrió en 2016.
Ya condenado en 2017 por llevar armas prohibidas y en junio pasado, por utilizarlas, fue acusado en diciembre de 2021 de violencia con premeditación y de carácter racista.