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Javier Milei es acusado de vender candidaturas y pone en jaque su carrera presidencial en Argentina MUNDO

Javier Milei es acusado de vender candidaturas y pone en jaque su carrera presidencial en Argentina

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En primera instancia, el candidato argentino de ultraderecha, Javier Milei justificó los pagos solicitados para ingresar candidaturas por La Libertad Avanza: “Los políticos tradicionales se financian con la plata del Estado. En Argentina la política se financia con la de los impuestos, se desvía la plata del pagador de impuestos a la campaña, así es como hacen política”. Sin embargo, este viernes cambió de parecer y adelantó que interpondrá acciones legales contra Juan Carlos Blumberg y contra quienes están replicando lo que él tilda de “mentiras descaradas”. Se dice por exaliados de Milei, que su entorno exige al menos 10.000 dólares por candidatura y las más codiciadas cuestan hasta 100.000. 


En medio de su carrera por la presidencia, la Justicia investiga al candidato argentino de ultraderecha, Javier Milei, por la venta de lugares en las listas electorales de su partido La Libertad Avanza (LLA). Por una candidatura, cobraría al menos 10.000 dólares y por las más codiciadas, hasta 100.000.

De acuerdo a El País, empresarios, abogados y políticos han denunciado que el equipo del economista ultraliberal solicita grandes sumas en moneda estadounidense por prestar su nombre para las papeletas.

La denuncia conjunta terminó con una investigación abierta en fiscalía, por lo que ya van cuatro testigos que han sido citados a declarar.

En esa línea, días atrás el economista y abogado liberal Carlos Maslatón, exaliado político de Milei, había advertido que el ultraderechista “ha establecido un sistema de franquiciado donde entrega el nombre, la imagen y bendice una fórmula, pero hay que pagarle a él. Los números son de los más diversos según el cargo. Una candidatura a gobernador anda cerca de los 100.000 dólares”, aseguró Maslatón, quien además, ratificó este viernes su acusación ante el fiscal, en una declaración de casi una hora.

Sus dichos coinciden con las del empresario Juan Carlos Blumberg -también citado a fiscalía-, quien ha acusado a integrantes del partido LLA de vender candidaturas por 50.000 dólares. “Hay gente que pagó y que la usaron. Lo más grave de todo esto es que esta gente ha hecho un negocio con la política”, detalló Blumberg en entrevista radial.

Cabe destacar que la Justicia argentina se desenvuelve al margen de los reproches a la ética e investiga si el entorno de Milei ha incurrido a la violación de la Ley de financiamiento de partidos políticos. Dicha norma obliga a que todo aporte a campañas políticas se realice a través de una cuenta bancaria. En efectivo es ilegal.

Por su parte, Milei niega todas las acusaciones, aunque el escándalo ya lo puso en jaque frente a los candidatos de la coalición conservadora Juntos por el Cambio (JxC) y de la peronista Unión por la Patria (UP) en medio de la carrera electoral de octubre.

En ese sentido, Milei ha dejado claro que contraatacará, informó El País. En primera instancia justificó los pagos solicitados para ingresar a candidaturas de su contienda: “Los políticos tradicionales se financian con la plata del Estado. En Argentina la política se financia con la de los impuestos, se desvía la plata del pagador de impuestos a la campaña, así es como hacen política”.

Sin embargo, este viernes cambió su discurso. Adelantó que interpondrá acciones legales contra Blumberg y contra quienes están replicando lo que él tilda de “mentiras descaradas”.

Blumberg “pretendía ser candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires por haber ido a una charla mía de la feria del libro. El hombre no hace un mapeo entre lo desatinado de su exigencia y lo que puede hacer, entonces empieza a decir todo tipo de mentiras”, esgrimió Milei.

Sin dejar contento a nadie, figuras mediáticas conservadoras que antes lo elogiaban, han comenzado a tomar distancia. Al mismo tiempo, sus provocadoras propuestas: la dolarización de la economía argentina, la derogación de la ley de aborto, un sistema de salud público de pago o un mayor despliegue del ejército, han dejado de marcar agenda política.

Además, a tres meses y medio de las elecciones presidenciales, las encuestas muestran una caída significativa de La Libertad Avanza en intención de voto. Su respaldo oscila entre el 16% y el 19%, casi diez puntos porcentuales menos que en su momento de máxima popularidad.

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