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Fotografía: @PoliciaPeru
Experto peruano en materias de seguridad y exoficial de la marina de ese país, Emilio Gonzáles, señala que “el Tren de Aragua no es solo una organización criminal, sino que es un grupo terrorista, que impone el terror donde se asienta”.
En medio de una serie de fuertes medidas de seguridad debería comenzar este lunes la audiencia el juicio en contra de 44 personas acusadas de ser parte de “Los Gallegos”, la facción del Tren de Aragua que durante varios años operó en el sector del cerro Chuño, en Arica.
El redoblamiento de la seguridad en torno a ello no solo obedece a la entidad y violencia de los crímenes que se les imputan (que incluyen homicidios, secuestro, tráfico de drogas, armas y personas, entre otros), sino también al posible efecto “de rebote” que distintas fuentes del aparato de persecución penal temen que se produzca en Chile, debido a los violentos enfrentamientos que “Los Gallegos” han tenido en distintos distritos de Lima, en Perú, con cientos de peruanos, cansados de sus abusos y de ser sometidos a extorsiones.
Como informó El Mostrador, los incidentes estallaron la semana antepasada, cuando los mototaxistas de al menos tres distritos populares de Lima se rebelaron ante el cobro de “cupos” por parte de “Los Gallegos”, quienes estaban cobrando dinero en efectivo a los trabajadores, a cambio de dejarlos laborar en los mismos sectores que siempre lo habían hecho.
Ante ello, se generaron verdaderos enfrentamientos campales, agresiones contra miembros de “Los Gallegos”, marchas en contra de estos y el lanzamiento de panfletos en el mismo sentido, pero todo cobró visibilidad cuando los propios Gallegos hicieron circular un video en el cual se ve a una docena de sujetos uniformados y encapuchados, blandiendo fusiles y amenazando a los peruanos, video que según la policía es auténtico.
Luego de ello, “Los Gallegos” comenzaron a actuar y han cometido varios crímenes en contra de peruanos, incluyendo uno en la ciudad de Cañete, al sur de Lima, en el cual asesinaron a tres hombres de una misma familia, lo que grabaron en un video que luego se difundió por medio de redes sociales. Ante todos estos hechos, la policía y la fiscalía peruanas han efectuado una serie de megaoperativos en al menos 18 distritos de Lima, que han permitido la detención de varios sospechosos de ser miembros de la organización criminal. Además, ha sido tal el impacto que los disturbios y la actuación de Los Gallegos han creado, que el martes pasado el Ministerio del Interior peruano anunció la creación de tres unidades policiales nuevas, dentro de la Policía Nacional de Perú: el Grupo Especial Contra el Crimen Organizado (Grecco), cuya fotografía se ve al inicio de este artículo, que se suma al Grupo de Patrullaje a Pie y a la Brigada contra Extorsiones.
Al respecto, el exoficial de la marina de guerra peruana Emilio Gonzáles, que posee una larga trayectoria en el combate a organizaciones criminales y que hoy es consultor internacional en estas materias, señala desde Lima que lo que está ocurriendo tiene un contexto muy amplio, en el cual se mezclan fenómenos como la corrupción política, la relación de políticos con narcotraficantes y el desprestigio de la policía, entre otros, aseverando que “el Tren de Aragua nunca pensó que la xenofobia rompería las barreras del miedo, del terror, porque hay que decirlo con claridad: el Tren de Aragua no es solo una organización criminal, sino que es un grupo terrorista, que impone el terror donde se asienta”.
En dicho sentido, indica que, desde esa perspectiva, “hay que combatirlo con las mismas herramientas que se combate al terrorismo”, agregando que la forma tradicional de abordar la delincuencia no sirve, frente a este tipo de fenómenos.
En el mismo sentido, sin embargo, explica que la reacción ciudadana ha ido quebrando también todos los esquemas al respecto y señala, como ejemplo de ello, no solo la forma en que los mototaxistas han decidido agredir a los cobradores de “vacunas” de Los Gallegos, sino también el caso de un grupo de mujeres que ejercen el comercio sexual, las cuales también se rebelaron contra uno de los proxenetas que las estaba explotando (un venezolano), al cual redujeron entre todas y lo fueron a dejar a una comisaría, hechos que califica como “una luz al final del túnel”.
Sobre la base de operaciones que “Los Gallegos” poseen en Arica, indica que en Perú estos se encuentran extendidos por Tumbes, Trujillo, Lima, Tacna, Ica y Arequipa, y señala que aunque no es descartable que refuercen su presencia en Chile, Perú “es el paraíso para ellos actualmente, pues acá pueden actuar a sus anchas”, precisamente que su país, de hecho, se ha convertido en un eje de distribución de armas hacia todo el continente. De hecho, varias de las armas que le han sido incautadas a “Los Gallegos” en Arica han sido contrabandeadas desde Tacna.
En el mismo sentido, detalla que el Tren de Aragua es una empresa y que, como tal, se moverá de donde está si surgen nuevos frentes de negocios más atractivos que los que tienen actualmente.
En ese sentido, fuentes vinculadas a diversas investigaciones al respecto señalan que existen “indicios suficientes” que indican que el grupo ha comenzado a desplazarse más al sur de Arica, a comunas de las regiones de Antofagasta (donde el Tren de Aragua prácticamente no ha actuado en todo este tiempo) y Copiapó,
teniendo en cuenta -entre otros factores- que uno de los principales negocios del TDA en Venezuela es justamente la minería, pues de hecho controlan varias minas de oro en ese país, además de exigir “vacunas” a pequeños productores, que es lo que las mismas fuentes presumen que es posible que comience a ocurrir en el norte de Chile.
Pablo Zeballos, que fue oficial de Carabineros y es fundador de iTask Consulting, una firma de análisis de riesgos que opera a nivel latinoamericano, señala al respecto que “lo que está pasando en Perú tiene varios componentes que son complejos”, advirtiendo que si la escalada no se detiene se pueden producir varios escenarios aún más complejos, entre ellos el que “podríamos tener una respuesta de la criminalidad peruana organizada, local”, a lo que suma “respuestas paramilitares de sujetos que provienen de las mismas estructuras estatales de orden público y seguridad, que fuera de su horario generen otras estructuras para ser una especie de justicieros”.
Por ende, precisa, “a este fenómeno que está pasando, nosotros tenemos que ponerle mucha atención, porque hay muchas condicionantes similares en este momento en el país. No quiero decir que esto vaya a pasar, pero sí que están las condicionantes de similitud”.
Además, Zeballos indica que también es necesario tener en cuenta “muchas de las familias de inmigrantes vienen saliendo de zonas de conflictividad y llegan a barrios fuera de sus países que están dominados por estructuras criminales que a veces vienen del propio país de origen de ellos, por ende siempre están buscando la forma de no estar bajo el control de estos grupos. En dicho sentido, el último destino que les vas quedando, si están en Perú, es volver a Venezuela o irse a Chile”.
Respecto de un eventual desplazamiento de “Los Gallegos” hacia el sur, señala que es posible, agregando que ante ella las autoridades deberían estar muy alertas, sobre todo porque “los integrantes de esta estructura poseen un alto desprecio por la vida de los demás y también la propia. Asimismo, están en una guerra continua, un modo de vivir que les apasiona”.
