Hamás e Israel acordaron una tregua de cuatro días que comenzó el viernes y que ayer se extendió dos días más, que ha permitido la liberación de 51 israelíes y 18 extranjeros, así como la excarcelación de 150 prisioneros palestinos.
El coordinador especial de la ONU para el proceso de paz en Oriente Medio, Tor Wennesland, denunció que “la situación en Gaza continúa siendo catastrófica” a pesar de la entrada de ayuda humanitaria gracias a la tregua alcanzada por el gobierno israelí y el brazo político del grupo radical islamista Hamás.
“La situación humanitaria en Gaza sigue siendo catastrófica y requiere la entrada urgente de ayuda y suministros adicionales de manera fluida, predecible y continua para aliviar el sufrimiento insoportable de los palestinos de Gaza”, asegura un comunicado difundido por Winnesland y consignado por agencia EFE.
El coordinador del proceso de paz en la región, no obstante, mostró su “satisfacción” por la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, que calificó de “importante avance humanitario, especialmente para los civiles que han estado viviendo en la agonía, bajo las armas o los bombardeos”.
En su mensaje, Winnesland reiteró la necesidad de que Hamás libere a todos los rehenes que mantiene retenidos en Gaza, e insistió en el llamado hecho por el secretario general de la ONU, António Guterres, para la implementación de un alto el fuego.
Israel declaró la guerra a Hamás el 7 de octubre tras un ataque del grupo radical islamista, que incluyó el lanzamiento de más de 4.000 cohetes y la infiltración de unos 3.000 milicianos, que mataron a unas 1.200 personas y secuestraron a más de 240 en comunidades israelíes cercanas a la Franja de Gaza.
Las fuerzas aéreas, navales y terrestres de Israel han contraatacado desde entonces en el enclave palestino, donde ya suman más de 15.000 muertos, según autoridades palestinas, la mayoría niños y mujeres, y se estima que más de 7.000 personas están desaparecidas bajo los escombros.