[ACTUALIZADA] Mientras Estados Unidos y Reino Unido dicen que avisaron de la posibilidad de un ataque terrorista como el acaecido anoche en la sala de concierto Crocus, el mandatario ruso aseguró que los cuatro detenidos que hay hasta el momento huían en dirección a Ucrania.
Momentos de extrema tensión se viven en Europa, como producto del atentado terrorista perpetrado anoche por un comando de sujetos armados en la sala de conciertos Crocus, en las afueras de Moscú, el cual ha dejado hasta el momento 143 muertos.
Hasta el momento, el único grupo que ha reivindicado el ataque ha sido ISIS (siglas en inglés del Estado Islámico de Siria y Levante), organización terrorista de corte salafista takfir, que posee muchos vínculos con grupos extremistas en Chechenia.
Sin embargo, en su primera alocución al respecto, el presidente Rusia, Vladimir Putin, vinculó a los cuatro atacantes que han sido detenidos con Ucrania, asegurando que estos escapaban hacia la frontera de ese país con Rusia.
“A los terroristas, asesinos y bestias, que no tienen ni pueden tener nacionalidad, les espera un funesto destino: venganza y olvido. No tienen futuro”, comentó.
Además, DW informó que el servicio de inteligencia estatal de Rusia, el FSB (la antigua KGB) dijo esta mañana que los terroristas habían estado en “contacto” con alguien en Ucrania. Todo lo anterior es concomitante con lo declarado con algunos de los detenidos, que han dicho en declaraciones viralizadas por medio de redes sociales que alguien los contactó por Telegram, prometiéndoles el pago de cerca de cinco mil dólares por participar del violento ataque. Según The New York Times, los cuatro detenidos son “extranjeros”, pero no se ha indicado cuál es su nacionalidad ni tampoco sus nombres
La narrativa del FSB, además, se opone a la versión oficial de Estados Unidos y Reino Unido, países que han asegurado que en las últimas semanas transmitieron a Rusia información de inteligencia que aseguraba que existía la posibilidad de un atentado yihadista en su territorio, luego de que los mismos rusos dieran a conocer que habían frustrado un atentado en contra de una sinagoga en Moscú.
Según El País, Washington incluso avisó que existía la posibilidad de que dicho atentado se produjera en “eventos con mucha gente, como conciertos“, lo que en su momento fue descartado por Putin, quien aseguró que se trataba de “un chantaje absoluto, con la intención de intimidar y desestabilizar a nuestra sociedad”.
Cabe indicar que tanto el gobierno de Ucrania como el Cuerpo de Vountarios Rusos, unidad militar rebelde que combate con Kiev contra Moscú, negaron tener cualquier implicancia en los hechos. Por cierto, según Estados Unidos, no existen antecedentes que apunten a que Ucrania pudiera tener alguna responsabilidad en el hecho.