MUNDO
Créditos: WikiLeaks
La delegación de WikiLeaks busca, en la cumbre del Día Internacional de la Libertad de Prensa, “fortalecer la defensa de Julian Assange y sentar un precedente en la lucha por la libertad de prensa y la información”. Además, esperan poder reunirse con el Presidente Gabriel Boric.
La delegación de WikiLeaks, liderada por Kristinn Hrafnsson, llegó a Chile en el marco del Día Mundial de la Libertad de Prensa organizado por la UNESCO. El evento, que congrega a periodistas de todo el mundo en foros y charlas, es “un foro ideal para debatir y movilizar apoyo antes de la próxima audiencia de extradición de Julian Assange, programada para el 20 de mayo”, aseguró la delegación en un comunicado.
En dicha audiencia se determinará si Assange será o no extraditado a EE.UU. país en donde se le acusa con cargos que podrían condenarlo hasta 175 años de prisión a propósito de la ley de espionaje de 1917.
En esta visita a Chile, Hrafnsson -acompañado de Jennifer Robinson, abogada principal en la defensa de Assange, y a Joseph Farrell, embajador de WikiLeaks- se reunirán con parlamentarios y autoridades chilenas para pantear los hechos. Además, informan en un comunicado, que mantienen “la esperanza de que el presidente Gabriel Boric pueda recibirlos, lo que representaría un apoyo significativo en un contexto global”.
“Estamos en un punto de inflexión crítico tanto para Julian como para el futuro de la libertad de expresión en el mundo”, afirmó Kristinn Hrafnsson. Además, agregó que espera que “el Presidente Boric se una a la voz de líderes progresistas como Gustavo Petro, Luiz Inácio Lula da Silva, Andrés Manuel López Obrador, Luis Arce, y Alberto y Cristina Fernández, quienes en 2022 manifestaron su apoyo a Assange, instando a Australia a ser más proactiva en su defensa”: En ese sentido, afirmó que “su apoyo sería crucial para asegurar que se respeten los derechos fundamentales y se establezcan precedentes justos para el tratamiento de periodistas y denunciantes en todo el mundo.”
La delegación de WikiLeaks sostiene que este esfuerzo “se produce en un contexto donde la falta de garantías claras por parte de Estados Unidos, particularmente sobre la no aplicación de la pena de muerte, ha intensificado la preocupación internacional. Estas preocupaciones subrayan la necesidad de un compromiso global con la justicia y el respeto por los derechos humanos en los procesos legales transnacionales”.
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