Ante miles de seguidores, el mandatario venezolano subrayó que el futuro del país caribeño depende de su victoria. Paralelamente, la líder opositora María Corina Machado denunció el arresto de su jefe de seguridad, Milciades Ávila, acusando a Maduro de una brutal represión.
En un acto multitudinario realizado ayer en la Parroquia La Vega, Caracas, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, lanzó una alarmante advertencia en medio de su campaña para la reelección en los comicios presidenciales del próximo 28 de julio.
Ante miles de seguidores y con una transmisión en vivo a través de diversas plataformas, Maduro enfatizó la importancia de su reelección para el país caribeño. En su discurso, el mandatario venezolano aseguró que el futuro de Venezuela en el siglo XXI depende directamente de su victoria en las urnas.
“El 28 de julio, si no quieren que Venezuela caiga en un baño de sangre, en una guerra civil fratricida producto de los fascistas, garanticemos el más grande éxito, la más grande victoria de la historia electoral de nuestro pueblo”, afirmó Maduro con vehemencia.
Por su parte, la líder opositora venezolana, María Corina Machado, denunció este miércoles el arresto de su jefe de seguridad a 11 días de la elección presidencial, detención que se suma a otro centenar de integrantes de su equipo en lo que va de año.
Se trata de Milciades Ávila, un expolicía al servicio de Machado desde hace 10 años, quien “fue secuestrado por el régimen” y ha sido acusado de “violencia de género contra unas mujeres”, escribió Machado en la red social X.
“Hago un alerta al mundo sobre la escalada de represión de (el presidente Nicolás) Maduro contra quienes trabajan en la campaña o nos ayudan en cualquier parte del país”, añadió.
Vente Venezuela, el partido de la opositora, denunció que funcionarios policiales “ingresaron a la fuerza a la vivienda donde se encontraba (Ávila), violando todo procedimiento legal”.
Machado dice que ella y el candidato presidencial opositor, Edmundo González, fueron agredidos por un grupo de mujeres militantes del chavismo mientras estaban en un local de sándwiches en La Victoria (centro-norte), cuando regresaban de un mitin de campaña.
Las mujeres buscaban increpar a González, Machado y su equipo, según videos difundidos en redes sociales. El alcalde de esa ciudad luego las condecoró y el local fue clausurado como otros tantos que han servido a la dirigente opositora.
“Ese acto fue una provocación planificada para dejarnos sin protección a 11 días del 28 de julio. Maduro ha hecho de la violencia y la represión, su campaña”, añadió Machado.
Asimismo, hace tres días, la oposición denunció otros nueve detenidos en cuatro estados del país. La ONG Foro Penal, dedicada a la defensa de presos políticos, informó el martes que contabilizan 102 arrestos vinculados a la campaña de la oposición.
Maduro, que aspira a un tercer mandato de seis años, insiste a menudo en que la oposición conspira para derrocarlo.
En el encuentro realizado en Caracas, Maduro pidió el voto a miles de trabajadores, al tiempo que prometió recuperar los salarios de la clase obrera, reducidos durante sus 11 años de Gobierno.
“Yo tengo moral para decirles, como obrero, soy Nicolás Maduro, presidente obrero del siglo XXI, y pido el voto de la clase obrera venezolana para tener un gran triunfo el 28 de julio”, expresó el líder chavista durante el acto que fue transmitido por el canal estatal televisión.
Dijo tener fe en los trabajadores de Venezuela y aseguró que siempre ha estado del lado de ellos, al recordar que fue dirigente sindical en la década de los 90, antes de entrar al Gobierno.
Maduro propuso instalar una mesa de trabajo para debatir un plan especial que permita la construcción de una ley de la clase obrera “para recuperar, con mayor velocidad, el ingreso integral de todos los trabajadores”, burlando las sanciones internacionales impuestas en los últimos años, causantes de la crisis económica, según el chavismo.
El salario mínimo, establecido por el Ejecutivo, equivale hoy a unos 3,56 dólares mensuales, si bien los trabajadores reciben bonificaciones fijas con las que sus ingresos quedan alrededor de los 100 dólares al mes.
“No vengo a prometer nada, ustedes me conocen, no soy un tipo de promesas, allá la derecha que se la pasa haciendo promesas inservibles, yo me vengo a comprometer”, prosiguió el candidato, que se definió como el único -de los 10 aspirantes a la Presidencia- que tiene “conocimiento, experiencia y capacidad” para el puesto de jefe de Estado.
Sin embargo, prometió un nuevo sistema de transporte terrestre, que empezará con 2.000 autobuses, y activar una línea de crédito bancario para los empleados públicos.
Aparte de Maduro, otros nueve opositores competirán en los comicios, en los que el abanderado de la oposición mayoritaria, Edmundo Gozález Urrutia, lidera la intención de voto, según las encuestadoras tradicionales.