El ministro de Justicia, Mariano Cúneo, defendió el cierre del Ministerio de la Mujer y la reestructuración de políticas de género, alegando que encontró una estructura “inoperante” y un “gasto innecesario”. Cúneo anunció un cambio hacia la priorización de “valores familiares”.
En una tensa sesión en el Congreso de la Nación Argentina, el ministro de Justicia del gobierno de Javier Milei, Mariano Cúneo Libarona, se presentó ante la Comisión de Mujeres y Diversidad de la Cámara de Diputados para explicar las razones detrás del cierre del Ministerio de la Mujer y las políticas relacionadas con la violencia de género. Sus dichos, rechazando “la diversidad de identidades sexuales”, generaron un intenso debate parlamentario.
El ministro Cúneo afirmó que al asumir el cargo encontró una estructura de más de 1.000 empleados en el extinto Ministerio de la Mujer, de los cuales —dijo—”solo 70 trabajaban de forma permanente”. Los 930 restantes, según las palabras del titular de Justicia consignadas por Infobae, operaban a través de Zoom sin funciones claramente definidas ni contratos en regla. A su juicio, esta estructura “inoperante” contrastaba con las altas cifras de violencia de género, que lejos de disminuir, habían aumentado.
El secretario de Estado, de militancia independiente y cercano a La Libertad Avanza, también criticó el uso de los recursos, indicando que en 2023 se gastaron 8 mil millones de pesos sin obtener resultados tangibles en la prevención y asistencia de las víctimas. “No se brindaba acompañamiento, asesoramiento adecuado ni atención psicológica a las víctimas de violencia”, manifestó. Además, apuntó a una “superposición de tareas”, mencionando que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires existen 31 organismos que realizan funciones similares.
El ministro de Milei anunció que el actual gobierno planea un cambio sustancial en la política de género. “Vamos a respetar las normas pero no vamos a tener organismo que no tengan utilidad como el Ministerio de la Mujer o el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) —organismo creado en 1995—”, declaró, y añadió que se alejarán de enfoques de género para priorizar valores como la familia.
“Se acabó sólo el género, nosotros vamos por otros valores, nosotros vamos por la familia. La familia es el centro de la sociedad y la educación. Los valores familiares tradicionales son el amor, la unión, el trabajo, el estudio, la igualdad ante la ley. Promover los símbolos patrióticos, respetar y honrar a nuestros próceres. Esto resulta central para la armonía y la cohesión social. Nosotros rechazamos la diversidad de identidades sexuales, que no se alinean con la biología, son inventos subjetivos”, sentenció.
Las declaraciones del ministro de Justicia provocaron una fuerte reacción de la diputada radical Carla Carrizo, quien le reprochó al ministro que dejara de exponer sus posturas personales. “Usted está obligado a respetar las leyes vigentes. Lo que necesitamos es que usted estudie”, arremetió Carrizo.
En respuesta, Cúneo leyó extractos de discursos del presidente Javier Milei, que, según él, resumen la postura del gobierno. “La violencia debe ser castigada sin importar el género del destinatario”, manifestó, reiterando que el Ministerio de la Mujer representaba “un gasto innecesario”.
Las palabras de Milei, leídas por el ministro, levantaron nuevamente protestas entre los presentes. En ese momento, Marcelo Ruiz, asesor de Cúneo, le hizo un comentario al oído, y el titular de Justicia, con el micrófono aún encendido, espetó: “No, boludo, esto está textual del discurso de Milei”.
El diputado Maximiliano Ferraro cuestionó duramente las declaraciones de Cúneo Libarona, lamentando que el ministro “solo le faltó decir que (las identidades sexuales que no se alineen con la biología) están enfermos”. Ferraro criticó al ministro por desconocer los avances en derechos y le preguntó sobre las implicancias de su rechazo en términos de políticas públicas, recordándole la discriminación histórica enfrentada por las identidades diversas.
