“Ninguno de nosotros conoce el final de este conflicto, pero sabemos que ahora está adquiriendo dimensiones muy dramáticas y los acontecimientos de las últimas horas lo demuestran”, señaló Donald Tusk a raíz del misil balístico intercontinental utilizado contra la ciudad de Dnipro, Ucrania.
El primer ministro polaco, Donald Tusk, aseguró este viernes que “la amenaza de un conflicto global es grave y real“, tras el lanzamiento la víspera por parte de Rusia de un misil balístico hipersónico contra una ciudad ucraniana.
“La amenaza de un conflicto global es realmente seria y real”, enfatizó el jefe del Ejecutivo polaco en una conferencia de docentes en Varsovia. “Sentimos que lo desconocido se acerca. Ninguno de nosotros conoce el final de este conflicto, pero sabemos que ahora está adquiriendo dimensiones muy dramáticas y los acontecimientos de las últimas horas lo demuestran“, añadió Tusk.
Las declaraciones de Tusk se producen en el contexto del ataque ruso con un misil balístico hipersónico que, según el presidente ruso Vladímir Putin, fue una respuesta a la decisión de Estados Unidos y el Reino Unido de permitir que Ucrania ataque territorio de Rusia con armas occidentales de largo alcance.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, advirtió el jueves de que la base antimisiles estadounidense ubicada en Redzikowo, en el norte de Polonia, es considerada “un objetivo prioritario” por Rusia “para una posible neutralización”.
Tusk ya se manifestó sobre la posibilidad de un conflicto armado global en el mes de marzo, justo después de una oleada de ataques rusos contra la infraestructura energética ucraniana.
En aquella ocasión, el mandatario polaco instó a los líderes europeos a aumentar sus presupuestos destinados a defensa y apuntó que Europa debía “estar preparada para una nueva era: la era de preguerra”.
Este viernes en Varsovia, el primer ministro polaco recordó que, en una cumbre de la Unión Europea, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, pidió a sus homólogos que dejaran de usar la palabra “guerra” en sus declaraciones, algo a lo que Tusk respondió que en su parte de Europa, el conflicto bélico en el Viejo Continente ya no era una idea abstracta.