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El plan de energía nuclear de Milei ha generado inquietud en algunos sectores debido a preocupaciones sobre la seguridad y el manejo de residuos atómicos. Argentina posee una industria nuclear con opera tres centrales: Atucha I, Atucha II y Embalse.
El presidente de Argentina, Javier Milei, presentó anoche -y en cadena nacional- el esperado y polémico Plan Nuclear Argentino, una iniciativa que busca posicionar al vecino país en el ámbito energético mundial para conseguir inversiones.
El jefe de Estado indicó que “se va a generar en el mundo entero un resurgimiento de la energía nuclear”, y se refirió a las “incontables campañas de desprestigio de algunas fundaciones internacionales” contra “la única fuente eficiente, abundante y rápidamente escalable para hacerle frente al desarrollo de nuestra civilización”.
El anuncio se realizó en presencia del jefe del Consejo de Asesores, Demian Reidel, y del director General del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi. El mandatario informó en que Reidel será el encargado del Plan Nuclear y destacó el objetivo de recuperar el protagonismo de la energía nuclear en el hemisferio.
El jefe del Consejo de Asesores explicó que se trata de un “plan ambicioso que marca el renacer de la energía nuclear como la piedra angular del futuro energético argentino y mundial, en un contexto global en el que la Inteligencia Artificial y los avances tecnológicos demandan cada vez más energía”. Y agregó: “La energía nuclear vuelve a ocupar el lugar que le corresponde, nuestro país está preparado para liderar esta evolución energética (…) lo hará con tecnología 100% argentina, desarrollada por nuestros ingenieros nucleares, quienes son reconocidos entre los mejores del mundo (…) Este proyecto no es solo un avance tecnológico, es un orgullo nacional”.
El Plan cuenta con la aprobación del OIEA, lo que podría reforzar la posición de Argentina en este ámbito. Pese a ello, en el vecino país surgieron críticas e inquietud en varios sectores de la sociedad, ya que uno de los temores de la población es la seguridad nuclear, mientras que los grupos ecologistas cuestionan la eliminación de la basura radioactiva, donde la imagen del fantasma de plantas nucleares con accidentes se reflotó recordando desastres como los de Chernobyl y Fukushima.
La gestión de residuos radiactivos es otro aspecto preocupante, dado que la falta de soluciones efectivas para su manejo y almacenamiento a largo plazo representa un desafío para el medio ambiente y la salud pública.
La percepción pública sobre la energía nuclear tiende a ser negativa, especialmente en áreas cercanas a las instalaciones, lo que podría generar resistencia y protestas. Asimismo, se ha planteado que la falta de un marco regulatorio sólido y de organismos de supervisión puede aumentar los riesgos asociados al proyecto.
La exposición a radiación, incluso en niveles bajos, genera preocupaciones sobre la salud pública, considerando el accidente de un trabajador argentino en un reactor en 2021.
Por ello, el anuncio del Plan Nuclear Argentino ha provocado una alarma entre los ecologistas. Antes de la victoria de Milei, 45 organizaciones firmaron una carta denunciando su postura proextractivista. Greenpeace ha intensificado las críticas, afirmando que las acciones del presidente han aumentado la amenaza a la biodiversidad.
En marzo de 2024, durante la Primera Cumbre Mundial de Energía Nuclear en Bruselas, el ex Secretario de Estrategia Nacional de Argentina, Jorge Antelo, destacó que Argentina cuenta con 74 años de experiencia en el uso pacífico de la energía nuclear.
Argentina posee una industria nuclear establecida y opera tres centrales: Atucha I, Atucha II y Embalse, las cuales en conjunto representan aproximadamente el 7% de la generación eléctrica del país.
Esta contribución es clave para disminuir la dependencia de los combustibles fósiles. La empresa a cargo de estas centrales es Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA), y el gobierno busca atraer inversiones privadas.
En relación a la Central Nuclear Atucha I, la primera de América Latina, ya se han iniciado las obras para extender su vida útil por 20 años.
