El jefe de Tesla, llamado a desempeñar un papel en el futuro gobierno de Donald Trump, se ha metido de lleno en la campaña electoral alemana. El multimillonario ha hecho explícito su apoyo al partido de ultraderecha alemán AfD. RFI conversó con analistas acerca de las intenciones de Musk y su impact
“No puedo recordar que haya existido en toda la historia de la democracia occidental un caso semejante de intromisión en la campaña electoral de un país amigo”. Lo dijo el casi siempre parco candidato a canciller por la Democracia Cristiana alemana Friedrich Merz después de leer el comentario que el multimillonario estadounidense Elon Musk publicó a invitación del diario alemán Die Welt, animando a los alemanes a votar por el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania, el AfD, al que Musk llamó “el último destello de esperanza”.
Only the AfD can save Germany https://t.co/Afu0ea1Fvt
— Elon Musk (@elonmusk) December 20, 2024
Musk levantó en 2022 en las afueras de Berlín la mayor planta europea dedicada a construir los automóviles Tesla; estas inversiones, según Musk, le dan derecho a opinar sobre la mayor economía de Europa, que estaría “al borde del colapso económico y político”.
En los últimos meses, Musk ha dedicado una serie de mensajes en su plataforma X directamente a insultar a miembros del gobierno alemán: contra el canciller Olaf Scholtz: “Olaf es un necio incompetente, debería dimitir inmediatamente”; contra el ministro de economía y vicecanciller Robert Habeck: “es un idiota, un izquierdista radical”; contra el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier: “es un tirano antidemocrático. Debería darle vergüenza”.
Ninguno de los políticos alemanes ha querido responder directamente a los comentarios de Musk para no entrar seguramente en la serie de insultos y agravios a lo reality show en que muchos temen se convertirán las relaciones internacionales con el próximo gobierno estadounidense. Por ahora, el partido ultraderechista AfD intenta aprovechar la bendición del hombre más rico del planeta y designado consejero de la presidencia estadounidense.
Alice Weidel, jefa del AfD, agradeció el apoyo de Musk y le propuso una conversación en su plataforma X; según su partido, los equipos de Musk y Weidel estarían hace tiempo en contacto y creen que pronto se comunicarán personalmente.
Pero también el jefe de los liberales, Christian Lindner, se precipitó a cruzarse frente al AfD y ofrecerse él mismo como el interlocutor más idóneo para Musk: “Elon, he iniciado un debate político inspirado en ideas tuyas y de Milei. Aunque el control de la migración es crucial para Alemania, la AfD está en contra de la libertad, de los negocios… y es un partido de extrema derecha. No te apresures a sacar conclusiones desde lejos. Reunámonos y te mostraré lo que representa el Partido Liberal”.
Aunque todos parecen estar de acuerdo que Alemania está estancada y que necesita reformas para reactivarse, la principal paradoja que plantean las opiniones de Musk es que nadie parece saber si quiere ayudar o perjudicar a Alemania y de paso a la Unión Europea.
Thomas Jäger, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Colonia, cree que quiere perjudicarla “Musk quiere debilitar a los países europeos, de eso no se puede dudar, y eso está alineado con el programa de Trump de “America First”; la posición de Estados Unidos es más fuerte si logran que los gobiernos europeos se peleen entre sí”, opina.
Otros, como el jefe liberal Lindner, creen que Alemania necesita más bien un sopapo “Es cierto que tanto Javier Milei como Elon Musk sostienen a menudo opiniones extremas, descabelladas y a veces incluso alarmantes, y las publicitan con acciones provocadoras. Sin embargo, me atrevería a decir que detrás de las provocaciones de Milei y Musk hay una energía disruptiva de la que carece Alemania”, asegura.
Desde un punto de vista económico, el partido de extrema derecha AfD es proteccionista, aboga por la salida de Alemania de la Unión Europea y el abandono del euro como moneda, lo que ha sido criticado por prácticamente todos los sectores de la economía alemana. Un estudio del Instituto Económico Alemán (IW) de este año, que ciertamente no peca de ser izquierdista, calculó que los efectos de la salida de Alemania de la Unión Europea serían “una combinación de la crisis del Covid con la crisis energética juntas”. Michael Hüther, director del IW, dictaminó: “El AfD es un veneno para nuestra economía”.
El partido AfD, Alianza por Alemania, está políticamente aislado en el país. Todos los partidos alemanes sin excepción se han comprometido a no colaborar ni a formar algún tipo de alianza con ellos. A pesar que las encuestas lo sitúan, con un 19 %, como el segundo partido con más intenciones de voto en las próximas elecciones, el AfD no podrá participar en ningún gobierno posible en Alemania.
Es difícil saber qué tan representativas son las opiniones de Musk del nuevo gobierno que asesorará y que ahora parece, quien lo habría pensado, quitarle protagonismo al mismísimo Donald Trump; los países se preparan como bien pueden, pero la nueva corriente que lidera Trump es impredecible.