Publicidad
Alemania: el tablero político y las fichas que se mueven para las elecciones anticipadas MUNDO efe

Alemania: el tablero político y las fichas que se mueven para las elecciones anticipadas

Publicidad

Con la economía en recesión y la inmigración en el centro del debate, más de 59 millones de alemanes irán a las urnas el 23 de febrero para definir la composición del Parlamento, encargado de elegir al canciller federal. Los siete candidatos compiten para liderar la primera economía europea.


Los alemanes decidirán el 23 de febrero quién va a liderar su próximo gobierno, luego de que en noviembre se quebrara la coalición en el poder y de que el canciller Olaf Scholz se viera obligado a  convocar a elecciones anticipadas. Los mayores de 18 años decidirán en las urnas la composición de la Bundestag, el Parlamento alemán, y este definirá quién se hará cargo del Ejecutivo.

Los sondeos señalan a los opositores democristianos conservadores -el sello de la excanciller Angela Merkel- liderados por Friedrich Merz, como la fuerza mayoritaria y con más chances para dirigir el país.

La contienda electoral se produce en un contexto en que la mayor economía europea lleva ya dos años de contracción y en el que se debate la ampliación de su endeudamiento. La guerra en Ucrania y la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca también están en agenda por los desafíos que representan para la próxima Administración.

La revisión de las políticas migratorias es otro de los puntos centrales de debate en la campaña, en especial para la ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) y en momentos en que la sociedad se ha visto agitada por los recientes atentados, como el del jueves 13 de febrero en Múnich por parte de un ciudadano afgano cuya solicitud de asilo había sido rechazada.

Ningún partido se perfila con apoyo suficiente para gobernar en soledad, por lo que, cualquiera que sea el ganador, deberá buscar socios para formar gobierno.

A continuación, quiénes son los siete candidatos y sus propuestas para el Gobierno alemán.

Friedrich Merz

El favorito es el candidato de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), Friedrich Merz, de 69 años, quien, según el promedio de las principales encuestas, ronda 29% en intención de voto, tomando una ventaja de hasta 10 puntos respecto al oficialismo, que ocupa el tercer puesto.

El referente de la CDU, que representa también a su socia bávara, la Unión Social Cristiana (CSU), ya había hecho dos intentos por conducir el espacio conservador, pero fue superado en 2018 por la excanciller Angela Merkel y en 2021 por Armin Laschet. Luego se volcó a la actividad privada en bancos de inversión como BlackRock. Ahora vuelve a intentar conducir el país, esta vez bajo el lema: “Una Alemania de la que podamos volver a estar orgullosos”.

El piloto aficionado y católico conservador en el último debate televisivo, tildó a Scholz de estar desconectado de la realidad, tanto por su política económica como por la migratoria. Merz se inscribe en la tradición de una “economía social de mercado”, prometió reducir los impuestos y recortar 50.000 millones de euros en gasto social.

En temas de inmigración, desató una ola de protestas luego de buscar el apoyo de la AfD para aprobar una moción -primero una no vinculante y luego otra que sí lo era- en el Parlamento para vetar a los extranjeros sin papeles en la frontera, incluidos los solicitantes de asilo. Pese al rechazo en la Bundestag de la segunda iniciativa, la maniobra fue vista como la ruptura del llamado “cordón sanitario” contra los sectores ultra y provocó una crítica masiva en las calles de ciudades como Berlín y Múnich, así como de la propia excanciller Angela Merkel.

En cuanto al regreso de Trump a la Presidencia de EE. UU., Merz dijo que causa “preocupación” en Europa y que por eso los países del bloque regional deben mantenerse “unidos”. En el último debate, el conservador hizo algunos guiños a la Casa Blanca; concordó en aumentar el gasto en defensa -en tanto país miembro de la OTAN- y dijo “entender” la decisión de Trump de reconocer solo dos sexos.

Si bien dijo que mantendría la ayuda a Ucrania, dijo no estar dispuesto a aumentar gravámenes ni el endeudamiento por Kiev y, al igual que Scholz, sostiene que aún no es momento de que el país ingrese a la OTAN.

Alice Weidel

La candidata de 46 años, la primera en postularse a canciller por el partido ultraderechista AfD, espacio creado en 2013, ocupa el segundo lugar en las encuestas con cerca del 21% de la intención de voto.

Weidel, una exanalista del grupo Goldman Sachs, tiene pocas posibilidades de formar gobierno, dado que los principales partidos de la escena alemana rechazan una eventual alianza con su sector. Sin embargo, la popularidad de AfD es creciente, ya que fue el más votado en las elecciones regionales en 2024 en el estado de Turingia y quedó segundo en el vecino más poblado, Sajonia.

Bajo el lema “Tiempo para Alemania”, el programa de Weidel destaca la migración como su principal tema de campaña, sintetizada en la propuesta de “reemigración”. Este concepto, según afirman, alude solo a la expulsión por medios legales de los migrantes irregulares, pero ya fue utilizado contra migrantes en general y personas con ascendencia extranjera. AfD quiere endurecer los requisitos para la naturalización en el país y rechaza el sistema de asilo europeo.

Weidel centra su programa fronteras adentro y, si bien en otros momentos propuso la salida del país de la Unión Europea (UE), ahora aboga porque esta se convierta en una “asociación de naciones europeas” menos rígida y que Alemania reincorpore su moneda, el marco, en lugar de la divisa de bloque. Propone también que el grupo de los 27 retire las sanciones contra Rusia.

La política de extrema derecha recibió muestras de apoyo de parte del vice de Trump, J.D. Vance y de Elon Musk quien abogó por los “valores alemanes” en contra del “multiculturalismo que lo diluye todo”. El empresario dueño de Tesla y de la red social “X”  dijo que Weidel no podía ser tildada de extrema derecha porque tiene una pareja del mismo sexo y de Sri Lanka.

Los seguidores de Weidel la han vitoreado al grito de “Alice für Deutschland” (Alicia para Alemania), que suena similar al slogan nazi “Alles fuer Deutschland” (Todo por Alemania), el mismo por el que la Justicia condenó a un referente de AfD en 2024.

AfD, en tanto partido con bancas el Parlamento Europeo, en 2024 sufrió un traspié con sus por entonces socios franceses de Agrupación Nacional. El espacio de Marine Le Pen expulsó de su bloque parlamentario a los alemanes, por considerar que había cruzado una “línea roja” al relativizar ante la prensa el carácter criminal de la SS durante el nazismo.

Olaf Scholz

El actual canciller y candidato del Partido Socialdemócrata (SPD), Olaf Scholz, ha visto desdibujada su popularidad y, según la mayor parte de las encuestas, se ubica en tercer lugar, con casi el 16% de la intención de votos.

Su Gobierno, que surgió de las elecciones legislativas del 26 de septiembre de 2021, estuvo conducido por una inédita alianza de tres partidos, conocida como “coalición semáforo”, en referencia a los colores de las fuerzas que lo integraban: el SPD (los rojos); Los Verdes (Die Grünen); y el liberal Partido Democrático Libre (FDP, amarillos). Pero desde el comienzo, se vieron diferencias y eclosionaron en noviembre, por una disputa sobre la flexibilización de las normas de endeudamiento de Alemania, que provocó la salida de los liberales. Scholz perdió una moción de confianza y el presidente anticipó las elecciones.

Desde febrero de 2022, tres días después del inicio de la guerra en Ucrania, Scholz apeló al concepto alemán de Zeitenwende (punto de inflexión) para preguntarse cómo es posible “seguir siendo actores independientes en un mundo cada vez más multipolar”. Bajo esa idea profundizó el gasto en defensa de su país y pidió reforzar la Unión Europea (UE).

El Gobierno enfrenta la creciente competencia con China -especialmente en la industria automotriz-, además de las restricciones energéticas porel corte de suministro de gas ruso a raíz de la guerra en Ucrania, así como debates internos por la ayuda a Kiev, de quien se convirtió en su principal soporte dentro de la UE.

A pesar de estar en tercer lugar en las encuestas, Scholz subió al ring del debate televisivo contra Merz porque los organizadores respetaron la tradición de enfrentar al gobernante del momento contra su principal rival. Merz lo acusó de impulsar  un “intervencionismo de tintes verdes” y de “desconectar” centrales nucleares en medio de una “profunda crisis energética”. En tanto, Scholz señaló a Merz por acercarse a la AfD. Pese a ello, el SPD aún podría volver a ser socio en un eventual gobierno de la CDU, como en tiempos de Merkel.

Robert Habeck

Los Verdes llevan como candidato a Robert Habeck, de 55 años, luego de que este ocupara el cargo de vicecanciller y ministro de Economía en el gobierno de Scholz, donde el partido ecologista también logró sentar a Annalena Baerbock en el ministerio de Relaciones Exteriores. Según las encuestas, estos rondan los 13 puntos en intención de votos.

La agenda medioambiental, que en la campaña de 2021 ocupaba un rol predominante entre las preocupaciones de los alemanes, hoy se ve desplazada a un cuarto lugar, después de preocupaciones como la economía, la inmigración y la política externa. El corrimiento de esas consignas, también estuvo presente en la coalición de gobierno ya que luego del inicio de la guerra en Ucrania, las políticas en pos de eliminar de manera progresiva el uso de combustibles fósiles en los sistemas de calefacción no fueron la prioridad.

Sin embargo, el programa del partido, titulado “Crecer juntos”, mantiene un enfoque a favor de la “sostenibilidad” con ideas como la de “fortalecer la economía sin comprometer al medioambiente”. También propone crear un “Fondo Alemania” para renovar la infraestructura del país, mejorar la movilidad con transporte público, facilitar el acceso a la vivienda y cerrar las plantas de carbón, según cita el canal nacional de noticias DW.

Comparte con SPD las políticas de gravámenes progresivos y de aumento de salario mínimo. En tanto, la posición de Los Verdes respecto al apoyo a Ucrania se mantiene y al igual que Scholz, criticaron a Merz por buscar apoyo en la AfD.

Tres fuerzas en la cuerda floja

El 23 de febrero se presentan otros tres candidatos; Die Linke (La Izquierda), que lleva la candidatura conjunta del inspector de armas biológicas de la ONU Jan van Aken y de la diputada Heidi Reichinnek, quienes se acercan a un 6% en la intención de votos; la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), con la candidata homónima y exmiembro de la izquierda; y, finalmente, los liberales del FDP que, con su postulante, Christian Lindner, formaban parte del gobierno de Scholz. Estos últimos dos sellos corren el riesgo de no alcanzar el umbral del 5% para entrar en el Parlamento, según los sondeos de opinión.

El paso a paso electoral

Más de 59 millones de ciudadanos alemanes irán a las urnas el próximo domingo 23 de febrero para elegir la composición de la Bundestag, el Parlamento del país. Antes de los 30 días después de la elección, los diputados eligen al presidente de la Cámara. Allí se inicia el proceso para que el partido que logre formar una mayoría elija al próximo canciller federal.

 

Publicidad

Tendencias