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“El pueblo no aceptará dar nada”: los ucranianos se oponen a la explotación de sus minerales
El presidente Volodimir Zelenski se prepara a viajar a Washington este viernes 28 de febrero, con el objetivo de firmar un acuerdo presionado por Donald Trump. Ucrania ha aceptado las condiciones de Estados Unidos de explotar los recursos minerales para compensar la ayuda recibida en la guerra.
Las puertas de la estación de metro Arsenal en Kiev se abren por oleadas. Son las nueve de la mañana, la temperatura es de -7°C y los transeúntes caminan rápido, rumbo a cumplir sus obligaciones.
Uno de ellos es Vlad, un trabajador social de 26 años. “Si nos dan unas condiciones buenas, perfecto, pero en este momento no hay nada concreto sobre nuestra seguridad”, opina acerca del acuerdo que Ucrania firmará con Estados Unidos, por presión de Washington, para la explotación de recursos.
Vlad es del este del país y su casa y su negocio han quedado en territorios ocupados por Rusia. Cuenta que esta mañana va a empezar el examen médico para enlistarse en el ejército. “Me alisto porque quiero liberar nuestros territorios, mi casa como mínimo. Que hace tres años que no he estado ahí”, explica a RFI.
El presidente Volodimir Zelenski ha anunciado que este viernes viajará a Washington. En un principio este acuerdo fue presentado como una exigencia del gobierno de Donald Trump para que Ucrania pague por los 100.000 millones de dólares con los que ha ayudado en la guerra.
“La ayuda que dio Biden no la teníamos que devolver”
Los ucranianos se oponen a este acuerdo y exigen garantías de seguridad para que Rusia no ataque de nuevo. “El pueblo ucraniano no aceptará dar nada porque ya dimos mucho”, dice por su parte Oksana, dueña de una peluquería.
Dentro de un café cercano, Tatiana, de 60 años y proveniente de Donetsk, se ha sentado a desayunar con una amiga. Dice estar en shock. “Por lo que yo entiendo la ayuda había sido gratuita. La ayuda que dio Biden no tenía intereses y no la teníamos que devolver”, asegura.
“Veo la situación con desesperación y ataques de ansiedad”, dice por su parte Sasha, estudiante de 18 años.
Otros como Vlad, el que va camino a enlistarse, seguirán luchando. Pero sin duda no es un momento fácil para los ucranianos.