
Trump declara la guerra al poder judicial estadounidense
En medio de la guerra abierta que ha declarado Trump contra la justicia de su país, sus órdenes ejecutivas en materia migratoria y de recortes de personal y reducción del presupuesto a ciertas agencias están siendo cuestionadas por los magistrados.
La Casa Blanca acusó este miércoles a un magistrado de estar “usurpando la autoridad presidencial”. El juez de distrito en cuestión, James Boasberg, había pedido parar la deportación de venezolanos a El Salvador acusados de pertenecer al Tren de Aragua. Por esto, Donald Trump llamó a destituirlo, lo que Rafael Peñalver considera como “una declaración de guerra total” y “una imposición del Ejecutivo para tratar de poner todo el poder del Gobierno en manos del presidente”.
Este abogado constitucionalista recuerda que “los jueces que se nombran son vitalicios justamente para que no puedan ser objeto de ninguna influencia indebida. Para sacar un juez, éste debe cometer un delito. En ese caso, se lanza un proceso que comienza en la Cámara de Representantes con una especie de acusación que luego va al Senado. Ahí, tendría que recoger 66 votos entre 100 senadores, lo que es muy poco probable que ocurra”, explica Peñalver.
Los decretos de Trump – como el cierre de USAID o la prohibición de personas trans en el ejército – han sido considerados inconstitucionales, pero durante su primer mandato, el presidente nombró a tres nuevos jueces a la Corte Suprema, todos ellos de orientación conservadora. Por eso hay dudas de que esta máxima instancia judicial pueda oponerse al mandatario. ¿Qué piensa Peñalver?
¿Resistencia a Trump en la Corte Suprema?
“Puede haber cabida para una resistencia de la Corte Suprema, pero ésta siempre tiende a tratar de defender su posición. La tendencia a través de la historia ha sido tratar de llegar a algún tipo de acomodamiento con el Ejecutivo. Ahora bien, la situación nunca ha sido tan dramática como lo es ahora con Trump. Él tiene en la Corte Suprema una mayoría ‘conservadora’ y utilizo ese término entre comillas porque todo lo que estamos viendo hoy no es nada conservador”, precisa Peñalver.
Pero, si no es conservador, ¿qué es?
“Lo que estamos viendo es un procedimiento totalmente totalitario. Son jueces que le dieron a él la oportunidad de ser presidente otra vez porque cuando tenía pendiente un caso penal en su contra, la Corte Suprema se demoró cuatro meses antes de dictar sentencia. Y de esta manera permitió que no hubiera tiempo para que se celebrara el juicio penal antes de las elecciones. Además, Trump tiene inmunidad presidencial en todos sus actos oficiales”, sostiene Peñalver.