

Elecciones en Ecuador: presidente Daniel Noboa logra ventaja y opositora Luisa González acusa fraude
Noboa centró su campaña en la lucha contra el crimen y mantuvo respaldo clave de las fuerzas armadas y EEUU, mientras que González, pese a moderar su discurso y aliarse con sectores indígenas, no habría logrador romper el “techo” del correísmo ni contrarrestar el voto anticorreísta.
El presidente Daniel Noboa ganó las elecciones presidenciales de este domingo en Ecuador, aunque la opositora Luisa González desconoció los resultados y habló del “mayor fraude que han visto los ecuatorianos”.
Según los resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE), con el 90% de las actas escrutadas, Noboa obtuvo casi un 56% de los votos frente al 44% de González.
“Con más del 90% de las actas se marca una tendencia irreversible en los resultados. La autoridad electoral considera que el binomio ganador es el de ADN, conformado por Daniel Noboa y Maria Jose Pinto”, dijo Diana Atamaint, presidenta del CNE.
“Hoy Ecuador ha votado por un presidente joven que ha trabajado por mejorar la vida de los ecuatorianos. Hoy es una jornada histórica, una victoria histórica de más de diez puntos, más de un millón de votos, que no deja duda de quién es el ganador”, dijo Noboa al celebrar el triunfo.
Sin embargo, González desconoció los resultados.
“Revolución Ciudadana siempre ha reconocido una derrota cuando así lo han demostrado las estadísticas. Hoy no reconocemos los resultados presentados por el CNE”, dijo ante sus seguidores González, que durante la campaña denunció que Noboa aprovechó su posición como presidente.
“Vamos a pedir el reconteo y que se abran las urnas”, agregó la opositora, quien dijo que el país está ante el “mayor y más grotesco fraude que hemos presenciado los ecuatorianos”.
La amplia ventaja lograda por Noboa se da en unos comicios que, según las encuestas, se preveían ajustados.
“Todos saben que estos resultados son imposibles”, denunció en su cuenta en X el expresidente de Ecuador Rafael Correa, aliado de González.
Noboa, empresario y político de 37 años adscrito al partido Acción Democrática Nacional (ADN), y González, la candidata de Revolución Ciudadana, fundado por el expresidente Correa, habían sido los más votados en la primera vuelta en febrero.
El presidente de Ecuador había sumado entonces el 44,3% de los votos frente al 43,8% de González, lo que hacía presagiar este domingo unos resultados ajustados.
Reedición de 2023
Estos comicios fueron una reedición de la segunda vuelta de las presidenciales de 2023, celebradas de forma excepcional para completar el mandato inconcluso de Guillermo Lasso, quien disolvió el Parlamento en medio de un escándalo político.
Hace 18 meses Noboa se convirtió en el presidente más joven de la historia del país al derrotar a González por un ajustado 51,8% frente a 48,1%.
Este domingo la ventaja de Noboa fue mucho mayor.
Como en 2023, el azote del crimen organizado y el narcotráfico en Ecuador, así como la crisis económica y energética que atravesó el país en los últimos tiempos, estuvieron muy presentes en la mente de los votantes este domingo.
La seguridad es la mayor preocupación de 4 de cada 10 ecuatorianos, según las encuestas, una cifra similar a la de 2023.
Noboa enfocó su campaña anterior en la promesa de mano dura contra el crimen en pleno avance de las bandas criminales y violencia en las calles.
El asesinato del candidato Fernando Villavicencio había conmocionado al país semanas antes de aquellas elecciones y la sensación generalizada de inseguridad favoreció, según expertos, al entonces aspirante de ADN.
Después de 18 meses, los resultados en seguridad del gobierno de Noboa ofrecen un balance cuestionable.
Aunque logró ciertos avances iniciales, el Plan Fénix, que permitió la intervención de las Fuerzas Armadas en cárceles y calles, no logró la transformación que muchos esperaban, aunque ahora tendrá cuatro años para presentar resultados más convincentes y lo hará con una mayor representación de su partido en la Asamblea Nacional, el poder legislativo.
El promedio de asesinatos diarios bajó de 22 en 2023 a 19 en 2024. Sin embargo, la violencia repuntó con fuerza a inicios de este año: enero y febrero acumularon 1.529 muertes violentas, una media de 26 por día.
La lucha contra el crimen de Noboa además generó denuncias de abusos de derechos humanos.
El caso más grave fue el de los llamados “4 de Guayaquil”, cuatro menores de edad detenidos por militares tras jugar un partido de fútbol en diciembre de 2024, cuyos cuerpos aparecieron calcinados con signos de tortura.
La gestión de Noboa
Proveniente de una influyente familia de empresarios, Noboa había debutado en la política como asambleísta apenas dos años antes, y su avance a la segunda vuelta se consideró entonces una sorpresa.
Sin embargo, con una imagen fresca y un discurso centrado en seguridad, logró capitalizar el voto anticorreísta y proyectarse como una figura de renovación que finalmente ganó el apoyo del electorado.
La situación era muy diferente en esta segunda vuelta: Noboa llegó al balotaje con el desafío de defender su gestión tras casi 18 meses en el poder.
Los momentos iniciales de su gobierno estuvieron marcados por una alta popularidad atribuida a su respuesta a la crisis de seguridad, que fue decayendo a medida que los resultados no llegaban.
En este contexto, Noboa intentó reposicionarse, con una campaña centrada en reforzar su perfil de líder fuerte frente a la posibilidad del regreso de la izquierda a la política de Ecuador y remarcó su cercanía con Estados Unidos y con el actual presidente de ese país, Donald Trump.
El resultado de este domingo parece avalar lo hecho en esos meses y ahora tendrá cuatro años por delante para avanzar su agenda.
“Pese a ser un presidente con resultados muy pobres y un personaje de poco carisma, sostiene un apoyo importante gracias a su equipo de campaña y al uso del aparato estatal”, indicó a BBC Mundo antes de la segunda vuelta el politólogo Andrés Chiriboga.
Chiriboga también subrayó el respaldo que Noboa ha conseguido entre sectores clave del poder: “Cuenta con el apoyo de los altos mandos de la fuerza pública, del aparato judicial, y ha cultivado una relación muy cercana con Estados Unidos”.
El presidente ecuatoriano viajó a finales de marzo a Estados Unidos para reunirse con el presidente Trump en su residencia de Mar-A-Lago, en Florida. Este encuentro se interpretó como un respaldo para Noboa.
“El Ecuador está cambiando, escogió un camino diferente: que nuestros hijos vivan mejor que nosotros. Ecuador quiere ser diferente, no regresar al pasado, seguir hacia delante en ese camino de paz y empleo”, dijo este domingo.
La denuncia de Luisa González
Luisa González, por su parte, era hace dos años una exasambleísta asociada directamente al expresidente Rafael Correa (2007-2017) -y por tanto a la izquierda ideológica ecuatoriana y latinoamericana- sin apenas experiencia en campañas nacionales.
Su candidatura se presentaba como la continuidad directa del proyecto de la Revolución Ciudadana, con un discurso reivindicativo del legado del correísmo que no logró captar suficientes apoyos fuera de su electorado tradicional.
Revolución Ciudadana “hizo una apuesta interesante por dar a la candidata más independencia. La figura del presidente Correa está presente pero de una manera más sutil”, afirmó el politólogo Andrés Chiriboga.
El objetivo de esto era romper el llamado “techo” del correísmo, una opción política que cuenta con partidarios acérrimos pero que le cuesta ganar votos de centristas e indecisos, cruciales para superar el 50% en esta segunda vuelta electoral.
De acuerdo a los resultados de este domingo, parece que el “anticorreísmo” volvió a ser una gran fuerza política que jugó en contra de González y a favor de Noboa.
Y eso a pesar de que González hizo un giro ideológico para seducir a sectores más conservadores o moderados que tradicionalmente desconfían del correísmo.
González mostró una actitud más combativa, marcando distancias con Noboa y proyectando una imagen de firmeza para capitalizar el descontento de parte de la ciudadanía hacia el actual gobierno, con un discurso centrado en la mejora económica.
Tampoco pudo aprovechar para ampliar apoyos la alianza firmada en marzo con el movimiento indígena Pachakutik y el influyente líder indígena Leonidas Iza, un sector hasta hace poco enfrentado al correísmo por sus políticas extractivistas pero que también se opone a Noboa.
Tras conocerse los resultados, González denunció que hubo fraude, pero no mostró pruebas que lo refrenden.