Señor Director:
Inescrupulosos candidatos de la Concertación han usado antiguas grabaciones de la Presidenta Bachelet, en los que aparecen mencionados para fines muy diferentes a esta justa electoral.
El reprochable acto encierra un doble engaño: a la Presidenta, a quien ponen en su boca expresiones que no obedecen a su actual pensamiento; y al electorado, ante el cual simulan un apoyo con el que no cuentan. Lo comentado es una verdadera perfidia, ya que es una conducta de incalificable deslealtad, traición y quebrantamiento a la fe debida.
Afortunadamente la vocera de Gobierno ha puesto las cosas en su lugar, dejando al descubierto este deleznable actuar, que pretende insuflar con caudales ajenos un curso ya agotado. Víctima de esta maniobra ha sido Ernesto Velasco, candidato a senador del PRSD a la senaturía por la XI Región. Pero el repudio a quien pretendió ser su victimario, inclinará la balanza en su beneficio. El camino de la mentira y el fraude puede tener un inicial relumbrón, pero castiga al hechor con el desprecio de las pretendidas víctimas.
La inmoralidad no debe tener cabida ni en nuestra política, ni menos en nuestro futuro Congreso.