Señor Director:
1) El domingo, las mesas de votación se “instalarán”. La “constitución” de la mayoría de ellas ya se efectuó el sábado de la semana pasada. Por lo tanto el domingo es malo hablar de “75% de mesas constituidas”. Corresponde decir “75% de mesas instaladas”.
2) En caso de existir una segunda votación, eso es lo que habrá en un plazo cercano al mes: una segunda “votación” y no una segunda “vuelta”.
3) El voto válidamente emitido es aquel que tiene una única preferencia correctamente marcada. El voto nulo es aquel que tiene más de una preferencia correctamente marcada, el resto (salvo los objetados, ver siguiente punto) son votos en blancos. Por lo tanto si alguien escribe una canción en el voto –como ya ocurrió hace un tiempo- ese voto (aún cuando la tendencia nos lleva a decir que es nulo) se trata de un voto que debe ser contabilizado como blanco. El nulo tiene más importancia política que el blanco y por eso la lectura del subsecretario los lee antes. En efecto, el nulo es un voto de rechazo, malestar, no estar conforme con ningún candidato. El blanco en cambio, denota falta de interés total.
4) Objetados: Si un voto tiene correctamente marcada una única alternativa pero además cuenta con un dibujo, una leyenda (como nombre, AC o Asamblea Constituyente, etc.) el voto se contabiliza como válido pero se deja en actas. En el caso que la suma de estos votos pueda cambiar el resultado del candidato electo, el colegio escrutador correspondiente deberá determinar la validez o no de cada uno de estos votos.
5) Existe el TRICEL (Tribunal Calificador de Elecciones) que es responsable oficial del recuento de votos de las elecciones presidenciales y parlamentarias (senadores y diputados). Los escrutinios de las elecciones municipales (alcaldes y concejales) en cambio, son de responsabilidad de los TER (Tribunales Electorales Regionales). El recuento rápido que hace el Ministerio del Interior, no tiene validez legal. Sin embargo es un orgullo para el país este proceso por cuanto en plazos envidiables en todo el mundo –incluyendo aquellos donde se cuenta con votación electrónica– los chilenos estamos en condiciones de tener, con una increíble certeza el resultado final real de las elecciones.