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Los desafíos de Chilevisión Opinión

Los desafíos de Chilevisión

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Arturo Arriagada
Por : Arturo Arriagada Sociólogo y periodista
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El rechazo de Iván Núñez a realizar una entrevista condicionada por el ahora presidente electo daña a CHV. Pero de paso afecta al resto de los canales que aceptaron hacer la entrevista sin preguntar por el futuro de LAN. La independencia y el valor de esos profesionales no se pueden ver afectados por las decisiones del dueño del canal.


Al ofrecer entrevistas con condiciones, Sebastián Piñera da una señal de seguir más preocupado de sus negocios. Para despejar dudas sobre sus conflictos de interés y entregarle independencia informativa, Piñera tiene que dejar la propiedad de Chilevisión (CHV). En caso contrario, pone en peligro la confianza de los chilenos hacia ese canal en particular y los medios de comunicación en general.

Con la llegada Piñera a la propiedad de CHV, el canal ha sido exitoso en términos de rentabilidad y audiencias. Junto con Mega -en el primer semestre de 2009– CHV fue el canal de televisión más rentable dentro de una industria pequeña pero competitiva. De acuerdo a los datos de la encuesta ICSO-UDP en 2009 -después de TVN (45%)- CHV fue el segundo canal más visto por los chilenos para informarse (22%).

Entre 2005 y 2009 -después de El Mercurio- los chilenos perciben a CHV como el medio de comunicación más inclinado hacia la derecha (ICSO-UDP). Si bien las personas se informan por medios que no necesariamente representan sus posiciones políticas -desde que Piñera se instaló como propietario- las audiencias perciben una derechización de CHV.

Entre 2005 y 2009 -después de El Mercurio- los chilenos perciben a CHV como el medio de comunicación más inclinado hacia la derecha (ICSO-UDP). Si bien las personas se informan por medios que no necesariamente representan sus posiciones políticas -desde que Piñera se instaló como propietario- las audiencias perciben una derechización de CHV. Aunque esas percepciones pueden estar influidas más por la asociación “Piñera-propietario-derecha” que a los temas tratados por el canal de televisión. La similitud en la agenda temática de diarios y televisión en Chile –en temas como deportes y delincuencia- impide asignarle a CHV una dirección muy distinta a la del resto de sus competidores.

La información de los medios de comunicación es central para la sustentabilidad de la democracia. Con ella las personas pueden tomar decisiones políticas informadas y establecer criterios de evaluación del desempeño de los gobiernos. En Chile los medios –especialmente la televisión- son la principal fuente de información de los chilenos. En los últimos años tanto la prensa escrita como la televisión han aumentado su rol fiscalizador del poder público, fomentando una cultura de la transparencia. Escándalos políticos como el caso Spiniak, MOP-Gate y el del ex senador Lavandero no se habrían develado si no es por el activo rol de los medios. Además de sus posiciones políticas y evaluaciones personales de los gobiernos de la Concertación, la victoria de Piñera probablemente esté asociada a la información que encontró ese 51,5% de chilenos en los medios. En este contexto, la existencia de medios fiscalizadores genera incentivos para que los gobiernos actúen con mayor transparencia.

Al ser más competitiva que la prensa escrita, la industria televisiva ha dado mayores señales de transparencia respecto de sus propietarios y potenciales conflictos de interés. Los problemas de Piñera y Chilevisión son ampliamente conocidos a diferencia de conflictos de interés que se presentan entre propietarios de prensa escrita y otras empresas u organismos públicos. En TVN, Consuelo Saavedra fue relegada a un rol más secundario como rostro informativo mientras Andrés Velasco se desempeña como ministro de Hacienda.

Por esto mientras más se demore Piñera en decidir la venta de CHV, más incomoda a sus periodistas y equipo de prensa. El rechazo de Iván Núñez a realizar una entrevista condicionada por el ahora presidente electo daña a CHV. Pero de paso afecta al resto de los canales que aceptaron hacer la entrevista sin preguntar por el futuro de LAN. La independencia y el valor de esos profesionales no se pueden ver afectados por las decisiones del dueño del canal. Por ello los rostros emblemáticos de CHV –que gozan de altos niveles de credibilidad e independencia- debieran exigirle públicamente a Piñera que se desprenda del canal. Lo de Núñez fue la primera señal.

En 2009 la gran mayoría de los chilenos consideró que los medios de comunicación ejercen su rol informativo con libertad (68%, ICSO-UDP, 2009). Pero en comparación con años anteriores, los chilenos desconfiaron más en la televisión y los diarios (42% y 46%, respectivamente). Por lo mismo –y ya que son actores centrales en la democracia- Piñera no puede fomentar la desconfianza de los chilenos en los medios. En este escenario, por el bien de la independencia de Chilevisión como una fuente importante de información y evaluación del desempeño del gobierno de turno, el ahora presidente electo tiene que dejar la propiedad de ese medio de comunicación. De lo contrario, Piñera comenzará a parecerse cada vez más a Berlusconi, arriesgando el prestigio y la institucionalidad de la Presidencia. Algo que ni el propio Piñera ni el país esperan.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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